Era un vampiro, por el amor acongojado,
viviendo entre criaturas atadas a su cruz.
Ni en mil años se había enamorado,
mas de un bello mortal, lo atrajo con su luz.
Su amor me alimentó de forma desenfrenada
y transformó sus torpes palabras en ternura...
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Sus brazos firmes rodeando el cuerpo desnudo de su tentación, se quedó pensando por un instante, notando que su mejilla aún seguía roja de tal cachetada que le había puesto su novio.
La mirada desconcertada, mirando su rostro con profundidad, haciendo que no se diera cuenta de lo inevitable...
—¿Quién te golpeó mi ángel?—sus mejillas se notaron enseguida sonrojadas con los nervios que invadían su cuerpo al no querer decirle la verdad...
—No es nada, me pegue con un tubo—aun nervioso de no aceptar la verdad...
—Y ese tubo se te atravesó, ¿que paso?—asistiendo solo agachó la mirada enseguida...
—No me preguntes por favor, solo me pegue y ya—temiendo que fuera su rival, quien lo había lastimado...
Alzando su mirada, su lagrima dejó caer entre su mejilla que aún estaba lastimada...
—Dime la verdad mi ángel...
Te juro que no haré nada, que te perjudique.
Solo dime si fue Jungkook, quien te lastimó de esa forma.
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El pelinegro cerró sus ojos, asistiendo al no poder mantener la mirada de vergüenza ante su amado.
—Lo sabía, ¿porque lo hizo?—secando su lagrima con ternura, el pelinegro logró contarle la discusión que habían tenido...
—Asi que anda diciéndole a todo el colegio que le tengo miedo y encima que te use—preocupado estaba al conocer al vampiro que no sabía dejarse...
—Por favor, ¡ojos bonitos! no te prestes a sus amenazas, solo quiere provocarte—con una sonrisa dulce, siguió mirando a su hermoso chico, quien no dejaba de angustiarse...
