Era un vampiro, por el amor acongojado,
viviendo entre criaturas atadas a su cruz.
Ni en mil años se había enamorado,
mas de un bello mortal, lo atrajo con su luz.
Su amor me alimentó de forma desenfrenada
y transformó sus torpes palabras en ternura...
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Su frente tocó aún con gran preocupación, estando presente su nana, quien ayudaba al ángel a bajar la fúnebre fiebre de su cuerpo, conteniendose de dudas al recordar que era aquel chico que lo había llevado esa noche, cuando se había accidentado...
—Qué pasa mi niño, ¿porque tragiste a este joven aquí, que pasará si se enteran tus padres de esto?—alzando la voz, solo le afirmó a su nana que tenia que callar ante eso...
—Nadie tiene porque enterarse, porque no le dirás que esta aquí... ¡entendido nana!—asistiendo a las órdenes de su niño, Jin logró estabilizar su temperamento, haciendo que el joven de ojos azules ya no se quejara tanto...
—Ahora dejame a solas con el, hasta que venga el medico—su brazo tomó, exigiéndole que no llamara a ningún doctor...
—Por favor, ¡no llames a nadie! estaré bien...te lo prometo—temblando aun con escalofríos, su mirada de tristeza tocó el rostro del vampiro aún pálido sin color...
—Está bien no llamaré a nadie, pero prometeme que estarás bien—asistiendo enseguida, el pelinegro ante la nana, oyendo perfectamente que tenía que cancelarle al medico.
Las manos tomó de su ángel aún con sudor en su frente, le afirmó el tierno vampiro ante su debilidad...
—Solo necesito que me beses, así podre sentirme mejor—sus labios directos a los suyos, beso a su vampiro con suavidad y delicadeza, estando en un momento turbio, hasta que el poder durmió al ángel estremeciendose sobre su pecho.
El vampiro con trabajos logró levantarse, tomando entre sus brazos a su ángel, acostandolo entre la cama, viendo como dormía, descubriendo su cuello, sacó sus colmillos bebiendo de la sangre de vida que lo mantenía fuerte al vampiro, sus ojos notándose carmir, siendo una satisfacción de revivir su alma, al haber satisfacido su reencarnación en vida.
La palidez que lo invadia desapareció regresando al color de humano de nuevo, sus ojos resplandecientes como él cielo, "azules claros"
Sus labios coloco en los de su ángel, estando en la posición que estaban anteriormente.
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