Era un vampiro, por el amor acongojado,
viviendo entre criaturas atadas a su cruz.
Ni en mil años se había enamorado,
mas de un bello mortal, lo atrajo con su luz.
Su amor me alimentó de forma desenfrenada
y transformó sus torpes palabras en ternura...
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El mortal había sospechado desde lo profundo del vestidor, viendo su rostro seguro y con profundo ocultamiento.
Su cuerpo semidesnudo había cubierto de su presencia, sin saber que no sabía disimular.
Su apariencia no era la correcta, después de haber ensayado una correografía de baile.
Sus nervios lo invadieron, cuando pronunció el nombre del chico que pronto sería su esposo.
El joven fiel amigo de la pareja, había visto salir al joven atractivo y guapo del salón, teniendo en sus manos la playera que había dejado su amigo.
Las sospechas fueron muy ovbias, cuando aquel joven, decide ir tras el pelidorado sin ser visto por su presencia.
Siendo inmortal, noto enseguida su acercamiento, volteando parado frente al amigo de su ángel.
Viendo su apariencia perfecta de aquel joven, Yoongi vio aquellos ojos hermosos que lo veían con reto, tragando salía, Tae le preguntó muy seguro de si mismo...
—¿Se te ofrece algo?—tartamudeando noto la mirada de aquel joven de cabellos dorados...
—¿Eres nuevo en este colegio? porque nunca antes te había visto—cruzando los brazos, alzó su cabello de lado siendo muy cotizado ante Yoongi...
—Si hoy es mi segundo día—notando sus sospechas, Yoongi le preguntó directamente...
—¿Conoces a Seokjin? porque veo que llevas su playera en tus manos—viendo la playera de su ángel, solo le sonrió al joven...
—Vi que la olvido en el vestidor, quise alcanzarlo, pero ya se había ido—estirando su mano, le exigió Yoongi...
—Damela, ¡yo se la entrego!—viendo con reto de nuevo al joven, Tae no accedió a su petición...
—A ti no te conozco, por lo tanto se la daré al dueño—quedándose con el brazo estirado, dejó a Yoongi parado en medio del patio.
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El vampiro no pudo contenerse al no permitir que nadie le quitara la prenda desgarrada de su ángel, mostrándose imponente ante eso.
Al llegar a la mansión Kim, su mirada aún con seriedad sólo mostró agradecimiento por su gesto del novio que aun temía su alejamiento...
