Huellitas Mágicas 🐾

Capítulo 26

Namikaze.

— ¡Janet! —Isaac—. ¿De casualidad tienes mi teléfono? ¿Puedo pasar?

— Como le gusta arruinar un momento tan lindo. —murmuró mientras suspiraba—. ¡No! ¡No tengo tu teléfono y no, no puedes entrar! —que carácter—.

— Si lo encuentras me lo das. —y se fue—.

— Oye, ¿Puedo hacerte una trensita? —voltee a verla, sus ojos tenían un pequeño brillo mientras miraba mi cabello—.

— Está bien, pero solo una.

Dejó salir un leve grito de emoción, me senté en el suelo contra su cama y ella se sentó sobre las sábanas para poder trabajar mejor. Comenzó a peinar con sus dedos la parte que utilizaría, y comenzó a hacer la trenza. Cuando terminó, busco algo en sus cajones, una bandita elástica, y la colocó atando el cabello.

Escuché una leve risa de su parte, se movió un poco y paso sus brazos por mi cuello dejando caer sus manos por mi pecho, sonreí ante eso y tomé sus manos. Sentí su respiración en mi mejilla y un beso en ella, y como se acurrucaba en esta.

— Eres tan suave~. —dijo para reír—.

No me molestaba en lo absoluto que hiciera eso, después de todo soy mitad gato y me gustan las muestras de afecto, aunque creo que no sabe que la suave es ella.

— Deja de hacer eso. —dije tratando de alejarme pero era imposible—.

Así que la tomé con fuerza de las muñecas y me levanté, haciendo que quedara apoyada en mi espalda pero subió sus piernas a mi cintura... Genial, ahora estaba haciéndole caballito. No me va a soltar por nada del mundo, ¿Y ahora qué hago?

Isaac.

Luego de preguntar por mi móvil en lo de Janet, fui a mi habitación y busque nuevamente, pero antes de hacerlo, me deje recargar sobre la puerta pensando en donde lo había dejado la última vez.
Recuerda : Estabas hablando con el idiota de Aaron cuando tuviste que cortar, la computadora había sonado, y dejaste el móvil sobre el mueble de la televisión.

Flashback.

— “¿Entonces?”

— No sé, algo voy a inventar, pero no quiero ir a esa fiesta, y menos si es la de Brittney.

— “¿Que le digo entonces?”

— El día de la fiesta le dices que no pude ir porque me sentía mal y ya. Sabes que me cae mal.

— “Si, te entiendo.” —sono mi computador a lo que dirigí mi vista a el y vi que tenía una notificación—.

— Bueno, hablamos después.

— “Claro, hablamos luego. Nos vemos.” —y cortó la llamada—.

Me levanté de la cama para dejar el teléfono sobre el mueble donde estaba el televisor, y me senté en la silla para atender la notificación.

Fin del flashback.

— Entonces... —sonreí esperanzado mientras volteaba al lugar, pero dejé de sonreír al ver que no estaba—. Un teléfono negro tenías que comprarte, maldita sea. —maldeci al ver como se podría camuflar fácilmente en la habitación. Camine hacia la cama y me deja caer en ella, por lo frustrado que estaba—.

¿Donde esta mi teléfono? No puede ser que no lo encuentre... De seguro lo tomó Janet, si, eso, de seguro lo tiene ella. Me senté dispuesto a pararme pero primero haría una cosa. Me acerqué al computador y marque a mi teléfono... No suena, salí de la habitación para caminar por toda la casa.