Huellitas Mágicas 🐾

Especial corto de Navidad

Kenta.

Eran las 22:06 cuando aparecí en el jardín de Janet. Al ser navidad quería hacerle una sorpresa, y ya estaba lista solo faltaba ella, así que subí el árbol del jardín trasero y salté a su ventana.
Allí estaba ella, en su sillón sentada leyendo un libro, hice un pequeño ruido para llamar su atención a lo que funcionó y se acercó, abrió la ventana y me tomo entre sus brazos.

- ¿Que haces aquí? Creí que no vendrías. -me lancé al suelo, asustandola-. ¿Quieres matarme de un susto? -me convertí en humano sonriendo-.

Me acerqué a ella y la tomé de la cintura juntándola a mi cuerpo para unir mi frente con la de ella, se sonrojó. Lentamente iba acercando mis labios a los suyos acortando la poca distancia que nos quedaba. Era un beso tierno y dulce. Ella inicio un camino con sus manos lentamente desde mi pecho hacia mi cuello.
Luego de unos segundos, la falta de oxígeno de hizo presente pero no tanto pero aún así antes de separarnos, metí una mano en mi bolsillo y luego pase mis manos por su cuello -por lo que posó sus manos en mi cintura, haciéndome sonreír en el beso- y le coloqué un collar. Cuando nos separamos, la envolví con mis brazos dándole un abrazo.

- ¿Que me pusiste? -dijo tratando de ver-.

- Eso no importa. Necesito que salgamos ahora mismo de la casa, sino lo llegaremos.

- ¿A dónde?

- No cuestiones. Si querés puedes cambiarte de ropa.

- No, ya me has dado curiosidad. -se separó y miró el collar-. Es hermoso, gracias. -dijo observando el colgante-.

- Sabía que te gustaría. -sonreí-. De acuerdo. -sonreí un poco más-. Necesitamos llegar rápido así disfrutamos más tiempo. -baje la vista y volví a meter una mano en el bolsillo y voltee a verla-. Ah sí que necesito que... -deje la palabra en el aire y me acerqué mostrándole una venda-.

- ¿Que? No, ¿Es necesario? -asentí-. Esta bien. -dijo un poco dudosa-.

- Tranquila, no pasará nada malo. -dije ya atando la venda tras su cabeza-. Claro, siempre y cuando confíes en mí. -dije burlón-.

- Estás loco. -rió-. Claro que confío en ti.

- Bien, vámonos.

Aún seguimos en su habitación, la envolví entre mis brazos y para transportarnos a otro lugar, por eso pedí que se pusiera la venda. Cuando llegamos le quite la venda y me miro desconcertada.

- Pero... -dejó la palabra en el aire. La tomé de la línea para caminar unos cuantos pasos y llegar a nuestro destino-. ¿Tu hiciste esto? -dijo asombrada al ver la decoración del lugar-.

- Claro. Anda, vamos. -la tomé de la mano para acercarnos más. Me senté-. Ven. -sonreí-.

- Esto es tan hermoso. -dijo sentándose a mi lado con una sonrisa, pero se acercó a mi y junto nuestros labios a lo que le correspondi unos segundos y me alejé-.

- Luego. -reí-. No hice todo esto por nada.

- Tienes razón, además me dió hambre. -reí por su comentario-.

En la canasta había de todo, Sandwich, tartas dulces, empanadas, cupcakes, fiambres y una botella de ananá. El resto de la noche la pasamos entre risas, besos y miradas tiernas que terminaban en las risas. Janet tenía el celular en su mano por lo que me acerqué y observé la hora. 23:36pm, faltaba poco. Me levanté y le extendí la mano a lo que no entendió el "¿Por qué?" de mi acción.

- Quiero mostrarte algo. -me observó intrigada y acepto mi mano-.

La tomé de la mano delicadamente y me dispuse a subir a la parte alta del bosque. Unos cuantos minutos después habíamos llegado a una parte sin árboles donde dejaba ver su cuidad entera iluminada. La abracé por la espalda y recargue mi mentón en su hombro.

- Dime que hora es. -saco su móvil-.

- Son las 23:59pm.

- De acuerdo. -dije haciendo que guardara el móvil-.

- ¿Que es lo que quieres aquí?

- Observa. -dije al ver el primer destello a lo que volteó rápidamente-.

Habían dado las 00:00am, comenzaba la navidad por lo que el cielo se llenó de fuegos artificiales festejando aquel hecho.

La observé, sus ojos tenían un pequeño brillo mientras miraba encantada la escena, sonreí y la junte más a mi cuerpo mientras miraba el lugar. Eran tan diferente la celebración, puesto que en nuestro mundo el show de media noche es de luces, por los bebés y niños pequeños para no asustarlos y que no pasen un mal momento.

- Esto es hermoso. -dijo aún mirando el cielo iluminado-. Pero ¿Esto no te hace mal? -dijo refiriéndose al sonido de los fuegos artificiales-.

- No. Recuerda que soy mitad humano. -sonreí mirándola a los ojos-.

- Todo esto que hiciste... Es hermoso. -dijo abrazándome aún mirando el festejo-.

- Todo esto que hice... Es lo por tí. -dije correspondiendo a su gesto-.

Volteó a mí y unió nuestros labios dándole inicio a un hermoso momento, tanto que parecía de fantasía, irreal. Nos separamos.

- Feliz navidad, Janet. -sonrío haciendo que hiciera lo mismo-.

- Feliz navidad, Kenta.

Hubo un último beso para continuar disfrutando del espectáculo.

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Feliz navidad para todos 💕. Como regalito virtual, les dejo este especial y está fotito uwu.