Ella es Janet, tiene diesiciete años, su cabello llega hasta un poco más debajo de sus hombros, es de un color marrón intermedio y sus ojos son del mismo color, va a la preparatoria. Es una chica simpática, amable, cariñosa, le gustan los animales...
Habían pasado dos meses desde que conocí a Namikaze, dos meses desde que comenzó a regalarme cosas y desde ese entonces solo llega a la casa de noche, está todo el día en otro lado haciendo no sé que cosa porque cada vez que le pregunto me da besos o me cambia de tema.
Hace unos días me pidió una Notebook, tuve que conseguirle una diciendo que la mía se había roto, no sé para qué la quiere siempre la guarda cuando me voy de la habitación y ya busque en todos lados y no está, sé que no debería de hacerlo pero me preocupo por él, siento que algo malo podría pasar dentro de unos días... Quizás.
En cuando a los regalos, los he escondidos para que Isaac no los vea y me este haciendo la típica pregunta de todo hermano celoso : "¿Quién te dio eso?" Al menos así es mi hermano.
Namikaze.
— ¡Shona, quítate del medio! ¡Tengo que pasar!
— ¡No puedes entrar!
— ¡¿Por qué?!
— ¡Ya te lo he dicho!
— El hecho de que no me dejes pasar porque no quieres que algo malo me suceda no soluciona las cosas. Déjame pasar, necesito hacer algo.
— ¿Que?
— ¡Quítate! —dije empujándolo—.
— ¿Que les ocurre? —dijo Masaru posándose frente a nosotros—. Habíamos quedado en que no pelearían en la entrada del Santuario. ¿Shona, que haces aquí?
— Vine siguiendo a mi hermano y me interpuse en su camino.
— No debes hacer eso. —estaba por decir otra palabra cuando lo interrumpí—.
— ¡Bien! Iré a otra parte. —dije yéndome del lugar dejando a ambos solos—.
Había salido de la cuidad, necesitaba un momento a solas, seguí caminando por varios minutos hasta que finalmente llegué a un lugar rodeado de árboles de Sakura de un color rojizo y un lago cristalino. Nadie conocía este lugar.
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Era un lugar realmente agradable, un lugar donde solo existía la paz. Me gustaría poder traer a Janet, pero no puedo, solo nosotros podemos pasar, aún así, hay algo que me da curiosidad ¿Por qué Janet y su familia no tiene apellido? Es raro, tendré que preguntarle.
Me acerqué más al lago cristalino, mientras lo hacía, desabrochaba mi camisa para luego tirarla en el césped, y sin más me adentré al lago sumergiéndome. Mientas estaba allí, bajé la vista encontrando un objeto, que con el reflejo del sol, brillaba bajo el agua. Bajé hacia su lugar y lo tomé entre mis manos, llevaba un nombre y un dibujo de un ave Fénix. Salí a la superficie, aún observando aquél objeto producto de mi atención.
Traté de leer el nombre pero fue imposible, estaba tapado, quizás ¿Llevaba varios años bajo el agua? No... No lo creo, venía seguido a este lugar y jamás lo había visto. Tendré que limpiarlo lo antes posible, quiero saber a quién le pertenece. Salí del lado guardando aquél collar, tomé la camisa, me lo coloque y comencé con mi camino nuevamente, pero esta vez hacia un templo. Estaba ubicado sobre una colina con un pequeño camino sobre el césped, dando con su entrada, y a su alrededor habían árboles de Sakura color rosados, mientras que un poco alejado de ese lugar había un jardín con una pequeña casa en dónde solía quedarme.
