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Narra Pierre:

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Narra Pierre:

- ¿Qué coño te pasa? - protesto después de recibir un golpe - creía que eramos amigos imbécil, para que vengas de la nada a golpearme.

- Yo no he sido eso para empezar, así que cálmate un poquito - responde Charles levantando ambas manos - eso no quita que cuando Arthur haya propuesto venir a golpearte yo no haya puesto oposición, porque ambos sabemos que aunque sea el pequeño como lo deje contigo sin vigilancia después de todo lo que haces, no creo que puedas volver a competir.

- No sé cuantas veces lo habremos hablado y estoy estando algo cansado de tener que repetirte lo mismo cada dos días - protesta el rubio y yo suspiro antes de rodar los ojos sabiendo el rumbo que va a tomar la conversación.

- No es mi culpa que a tu hermana le guste desaparecerse de vez en cuando, y que casualmente coincida cuando ambos alzamos la voz un poco más de lo debido- hablo y ambos hermanos me miran serios - si vosotros no sabéis cual es la explicación para que se comporte así y sois sus hermanos y las personas que más tiempo pasan con ella yo menos.

- Ahora no hay motivos pero hace unos días aseguraste que era culpa de mi hermana por nunca tener suficiente - recrimina Charles y yo vuelvo a rodar mis ojos frustrados - sabes que somos amigos, pero es mi hermana la que siempre acaba hecha mierda porque tú no eres capaz de darte de cuenta de lo que verdaderamente necesita.

- No lo entiendes ella solo quiere que le escribas su canción que la escuches que le prestes atención - protesta Arthur y yo bajo mi mirada antes de dejar escapar un suspiro de mis labios - no pide tanto idiota.

Narra Alessandra:

- Es la historia de quien nunca se arrepiente porque siempre se convence de que no puede cambiar - susurro mirando al lago antes de que alguien se siente a mi lado y coloque su mano encima de la mía.

- Es la crónica de un ciego y su mentira que mil veces repetía - canta conmigo levantando su mano y pasándola por mi cintura - se convertirá en verdad.

- Para luego ahogarse en su vaso de agua - susurro mientras acomodo mi cabeza sobre su pecho.

- Yo no lo entiendo, tú quieres que te escriba una canción, que te escuche y que te preste atención, que te invite a tocar mi corazón - comenta y yo cierro mis ojos tranquilizando mi respiración mientras escucho sus latidos - no pides tanto, soy un idiota.

- Gaz Gaz - intento hablar pero él besa mi cabeza - no me gusta eso de estar peleándonos cada dos por tres por una estupidez.

- Sabes que no me gustar hacer promesas y que siempre intento esquivar ese tipo de cosas por miedo a no poder cumplirlo siempre - responde y un suspiro se escapa de mis labios - pero no estoy dispuesto a perderte y sé que como siga así para la próxima vez que peleemos Arthur me coloca el casco de accesorio en alguna parte del cuerpo y cuanto más incomodo sea mejor.

18 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora