18 años

06:

Narra Esteban:

- ¿Puedo saber que es lo que pasa Pierre? - pregunto mientras me quito el traje - acabo de terminar el entrenamiento y me han avisado de que no has dejado de llamar en toda la mañana.

- Marie no sale de su habitación - me responde y yo hago una mueca - no sé que le pasa, no me ha cogido ni la bandeja del desayuno cuando se la he dejado en la puerta.

- ¿Dijo algo ayer? - pregunto mientras me coloco mi camiseta - sabes que tu hermana habla en sueños y que dijimos que la ibas a tener controlada.

- Tengo las grabaciones en mi cuarto, pero no me había acordado de eso - informa y yo suspiro - de todas formas creo que es mejor que vengas tú a hablar con ella, sabes que de normal no quiere hablar conmigo, si le ha pasado algo no va a contármelo a mi.

Narra Marie:

- El desayuno es la comida más importante del día - escucho la voz de Ocon y suspiro manteniendo mi mirada fija en mis pies - ¿puedes contarme lo que ha pasado?

- No quiero comer - respondo y él se sienta a mi lado - tú no ves a las demás como las veo yo, tú no sabes el miedo que siento todos los días al saber que puedo perderte por alguna de ellas.

- Marie - susurra cogiendo mi mano y yo niego con mi cabeza - mírame a los ojos un momento por favor, tengo algo importante que contarte.

- Esteban - hablo levantando un poco mi rostro - sé que no soy lo suficiente para ti.

- Mira nuestra manos cariño, encajan perfectamente, es como si estuvieras hecha solo para mi y la verdad es que yo pienso que es así - comenta y yo lo miro a los ojos - sé que nunca has amado las arrugas de tus ojos cuando sonríes, sé que nunca has amado tu barriga o tus piernas, los hoyuelos de tu espalda al final de tu columna pero yo los amo infinitamente, ellas forman parte de ti y amor te aseguro que estoy enamorado de ti y de esas pequeñas cosas.

- Mentira - protesto antes de hacer un puchero y él acaricia mi mejilla dulcemente con su mano derecha - solo lo estás haciendo porque mi hermano te ha obligado a venir.

- No puedes ir a dormir, sin una taza de té y tal vez esa es la razón, por la que hablas en los sueños y todas esas conversaciones, son secretos que guardo, aunque no tengan sentido para mí - susurra mientras acaricio mi espalda dulcemente - sé que nunca has amado, el sonido de tu voz grabada, nunca quieres saber cuánto pesas, todavía tienes que moverte para entrar en tus jeans, pero tú eres perfecta para mí.

- ¿Seguro? - pregunto en un susurro y él asiente con su cabeza antes de besarme - te quiero Ocon, gracias por aguantarme tanto.

- Ponte un vestido y vamos a demostrarles a todos quien es Marie Gasly - pide mirándome a los ojos sonriendo - la chica más hermosa del mundo por dentro y por fuera y que me tiene tan inmensamente enamorado.