18 años

05:

Narra George:

- ¿Vas a quedarte toda la noche ahí sentada? - pregunto y Reachel se encoje de hombros - van a empezar a pensar que eres menos sociable que yo querida.

- Que ahora en teoría seamos algún tipo de familia extraña no tiene porque hacerte cambiar tu forma de ser hacía a mi - informo y él hace una mueca ofreciéndome su mano - ¿es para que te la rompa y me desahogue?

- Es para que te levantes y vengas conmigo a bailar - informa y yo niego con su cabeza - pues va a resultar que de verdad eres menos sociable que yo, eso si que es extraño.

- ¿No vas a irte hasta que acepte bailar contigo cierto? - pregunto y él me mira sonriendo - pues entonces espero que te hayas traído tu teléfono móvil para no aburrirte porque vamos a estar aquí un buen rato.

- ¿Puedo hacerte una pregunta? - habla y yo me encojo de hombros - ¿qué soñaste anoche?

- ¿A que viene esa pregunta? - contesto y él me mira sonriendo - no voy a contestar a eso George.

- Y no hace falta que me lo cuentes, si tu mirada muere por verme y puedes dejar de mentir puede que no haya fin - comenta antes de guiñarme un ojo - no olvides que lo que te gusta se parece a mi.

- Tú el ego lo tienes en Júpiter mínimo ¿no? - protesta y yo asiento con mi cabeza riendo - eres idiota George Russell.

- Ya puedes rendirte, nunca gana la razón, estas loca como yo - hablo y ofrezco mi mano de nuevo - ven y acéptalo.

Narra Reachel:

- ¿Vamos señora Russell? - pregunta George ofreciendome su mano y yo sonrió aceptando - estás preciosa ¿te lo había dicho ya?

- Y tú eres un pelota querido - informo y él sonríe antes de besar mi mano - gracias por tanto.

- Debería de estar pidiéndote perdón por tan poco - me responde y yo niego con mi cabeza mientras ambos caminabamos al centro de la pista de baile - deberías tener mucho más y yo soy consciente de que esto no es ni la mitad de lo que mereces.

- Todo lo que me das es suficiente - susurro y George sonríe mirándome mientras ambos bailamos - me sacas a bailar y aunque lo intente no puedo remediar quererte un poco más.

- Todavía lo recuerdas - comenta sorprendido y yo sonrió - ahora mi ficción conecta con tu realidad.

- Y no me importa el resto de la gente, el mundo gira en torno a ti - canto bajo mientras acomodo mi rostro sobre su pecho - tú me haces feliz.

- Te amo mucho Reachel - susurra y yo sonrió mientras bailo a su lado - y estar aquí ahora solo me sirve para darme cuenta que de verdad no me arrepiento de nada a lo que he renunciado por estar a tu lado.

- Renunciabas a todo porque estás loco, no por nada que fuera mi culpa - protesto riendo y él niega con su cabeza - estás loco como yo.

- Loco de amor por ti - añade antes de besar mi cabeza y que los últimos acordes de la canción sonaran.