18 años

09:

Narra Cristian:

- Vengo a buscarla en dos semanas como habíamos acordado - susurro y ella asiente con su cabeza - ¿vamos a estar todo lo que queda hasta que la niña cumpla la mayoría de edad así?

- Sabíamos que tarde o temprano íbamos a acabar así - me responde y yo me encojo de hombros - este amor, por mucho que nosotros pusiéramos de nuestra parte no iba a funcionar con lo único que no contábamos es que ella estuviera aquí.

- Olivia - intento hablar pero ella niega con su cabeza mientras mantiene su mano en la puerta - sé lo que pasó con tu familia, sé lo que pasaste con tu hermano, y también sé que él se fue creyendo que no te importaba y por eso sigues negando que hay algo entre nosotros.

- ¿No lo has pensado? - pregunta y yo la miro a los ojos- es difícil pensar que tu boca y la mía se puedan besar a diario, que vivamos juntitos enterito el calendario, que me arropes de noche y me dibujes con tus manos, me colorees con tus labios.

- Es difícil pensar que mañana mi cama amanezca desordenada - contesto y ella rueda los ojos con intención de cerrarme la puerta en la cara - tu piel de desayuno y mil flores en la ventana.

- Ahora busco tu perfume entre la gente con tanta urgencia con locura y demencia - habla antes de negar con su cabeza y apretar su puño con fuerza - deberías irte Cristian, no es muy bueno para ti que te vean hablando conmigo.

- Si te digo que no, que no quiero tenerte lejos de mi caminar, que las flores del jardín se marchitaron sin tu presencia - anuncio y ella vuelve a negar con su cabeza mientras el brillo en su mirada se va apagando.

- Hoy no estarás y tampoco estarás mañana - añade antes cerrarme la puerta y un suspiro se escapa de mis labios.

- Pero tú me quieres aquí y yo te quiero allá.

Narra Olivia:

- Este amor es posible pero no es real tarde o temprano se nos va a acabar - susurro mientras coloco mi mano sobre la puerta - ay mira como lamento quererte así como te quiero.

- ¿Máma me ayudas a terminar la tarea? - pregunta la pequeña y yo asiento con mi cabeza antes de dibujar una leve sonrisa sobre mis labios - está todo bien con papá ¿verdad?, no han vuelto a pelear como la última vez.

- Tu papi y yo estamos bien - respondo mientras la miro dulce y es cuando me doy cuenta de la camiseta que lleva - ¿quién te ha dado eso cariño?

- Papá me la puso esta mañana - informa mientras yo la cojo en brazos - dijo que era alguien importante para la familia y que a ti te iba a gustar, pero no me ha dicho por que.

- ¿Qué tienes que hacer de tareas? - pregunto intentando evitar hablar de mi hermano y tratando de olvidar al catalán - porque se nos va a hacer tarde y usted señorita todavía tiene que irse a bañar y cenar así que no tenemos tiempo que perder.