Capitulo 2

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


Taro logró corregir con éxito las hojas que Hinata le entregó. Cuando ella revisaba, el niño sonreía en espera del resultado. Sasuke se quedó mirándolos desde la distancia y les dio un poco mas de tiempo a solas, para que continuaran. Sin mas, regresa su despacho y dejó la puerta abierta, para escucharlos.

—Lo haces muy bien, pronto serás el número uno, en tu clase—aseguró la ojiperla.

—Usted hace que todo parezca fácil—respondió el chico, completamente seguro, ya que, en las clases, el no entendía prácticamente nada.

—Lo será mas, si me miras como a una amiga, así que me puedes llamar Hinata y quiero que me tutees, de esa forma, no sentirás que estas dentro del salón de clases ¿que te parece?—cuestiono sonriendo, de una manera tan dulce, que derritió el corazón de Taro.

—Me parece bien Hinata—ambos sonrieron y cuando pensaban continuar, la autoritaria voz femenina de una chica, los detuvo.

—¿Quien demonios eres?—la Hyuga observó a una chica entre los quince y dieciséis años de edad, parada frente a ella en forma desafiante.

—Buenas tardes, mi nombre...—la Uchiha no le permitió terminar.

—Ni lo digas, estoy segura que no eres mas que otra de las zorras, que trae mi padre—la ojiluna abrió la boca, desconcertada—Aunque creo que esta vez, se pasó con la edad... Escucha, no te creas interesante ni pienses que lograrás atraparlo, nadie lo ha logrado ni lo logrará, por esto—la chica apuntó con el dedo a una gran foto sobre la chimenea, donde se veían, el señor Uchiha y una hermosa mujer de cabello rosa. La pareja se veía feliz y muy enamorados—Ella es la única mujer, que ocupara el corazón de mi padre, aunque las facilotas como tu, se lancen sin vergüenza hacia el—concluyó de la forma más descortés y grosera.

Hinata todavía no podía creer, que en cuestión de segundos, fue nombrada zorra, como también fácil, solo por estar dando clases privadas a un adorable niño en apuros. Era el momento de aclarar las cosas.

—Hinata no es lo que tú dices... no le faltes al respeto—Taro se colocó frente a Hinata, en forma protectora. De no ser por lo equivocado de la situación, a ella le hubiera parecido muy adorable.

—Tu cállate, también te conquisto a ti—acusó al chico, furiosa por estarla defendiendo.

—Lo siento mucho por las confusiones, pero yo no estoy aquí, pretendiendo quedarme con nada, yo simplemente, vine ayudar a Taro.

—¿Que te pasa Sarada?—la molesta voz de Sasuke, hizo que todos se silenciarán, por unos momentos—¿Que clase de modales son esos?

—¿Para esto regresaste temprano de la oficina? ¿Para citar a tu nueva zorra?—la jovencita estaba muy molesta, pensaba que la Hyuga, era la nueva conquista que intentaría reemplazar a su madre y por alguna razón, ella le causó más incomodidad que las muchas otras, que conoció en el transcurso del tiempo, que su padre llevaba viudo.

—¡Un momento!—Hinata ya se había molestado con la actitud de la chica. Nunca antes alguien la había acusado de algo similar—El motivo de mi presencia en esta casa es laboral, el señor Uchiha, me entrevistó para que ayude a Taro académicamente y así logré subir sus calificaciones... De verdad lamento mucho los malos entendidos, pero creo, que esto no funcionara—Hinata recogió todo el material que trajo, para salir lo mas pronto posible de ese lugar. Ella ya tenía bastantes problemas en su vida, como para lidiar con algo mas—Fue un placer conocerte y no te des por vencido, solo cree mas en ti y en tus muchas destrezas... Con permiso—se encaminó hacia la puerta por donde llegó, pero Taro se colocó frente a ella.

No quiero ser ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora