Capitulo 29

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Para la noche de ese día, tanto Madara como Ashura, sospechaban que la posible responsable de la trampa que le tendieron a Hinata, había sido Sakura, al menos todo apuntaba a ella, incluso lograran dar con el responsable de realizar la llamada a cambio de dinero y la descripción física que les dio, no dejaba lugar a dudas.

—¿Que pasa Sasuke? Deberías estar contento, siendo Sakura la principal responsable, sólo tendrá dos opciones... la primera y la mas sensata sería huir antes de que Indra la encuentre y la segunda, es quedarse esperando que las autoridades extranjeras la localicen y la extraditen al sitio donde le imputaron los graves cargos—repuso Madara cuando se reunió con sus dos sobrinos para informarles sobre los últimos acontecimientos, incluida la boda de Indra—y en cualquiera de las dos opciones, tus niños y tú, quedarán desvinculados de ella ¿lo vez? No era necesario que te mancharas las manos, dado que ella misma se metió a la cueva del lobo.

—¿Y ella se caso con Indra?—Madara frunció el ceño entendiendo finalmente la reacción, mientras que Itachi lanzó un gran suspiro. Era evidente que Sasuke ni siquiera estaba preocupado por la suerte de Sakura, a él, lo único que lo descolocó fue escuchar la noticia sobre el matrimonio de Hinata—¿Lo perdonó después de saber que es el líder de la organización?

—Eso parece y según lo que me contó Ashura, apenas se reconciliaron y prepararon la boda... sin duda alguna, ella es la mujer perfecta para él, tal como lo es Kanna para Ashura—ella era la mujer perfecta para él también, pero gracias a sus estupideses terminó dañándola y prácticamente arrojándola a los brazos de Indra.

—¿Pero que demonios? A mi ni siquiera me dejó volver a tocarla y en cambio a él, lo mira asesinando con frialdad a otra persona y como premio, se casa con él ¿que tiene ella en el cerebro?—había dolor, molestia y mucha amargura en sus reproches, sin embargo, la situación era distinta.

—Supongo que debe haber sido un gran golpe, pero aún así, dudó que se compare al que recibió la noche que te encontró teniendo sexo salvaje con Sakura en su propia cama sin concluir tu situación con ella y a unos días de la muerte de su padre, a donde por cierto, no asististe por ir tras tu esposa, misma que te encargaste de enaltecer ante ella—Itachi sabía que estaba siendo muy duro con su hermano, pero él no tenía derecho a juzgar a Hinata, él tomó su decisión y dejó a esa chica muy lastimada, incluso cayó en depresión por los devastadores sucesos, mientras Sasuke se dedicaba a restablecer su antigua vida con la madre de los niños.

—¡Cielos!—soltó Madara algo incómodo al escuchar tanta información. Los hermanos se veían de forma retadora y  fue Sasuke quien derrotado rompió el contacto visual.

—Eso fue un golpe bajo—reprochó el menor sin ánimos de argumentar, dado que de desde el principio estaba totalmente en desventaja y lo sabía.

—Lo siento Sasuke, pero te recuerdo que el único responsable de lo sucedido fuiste tu y te aseguro que si no fuera Indra, sería alguien más, pero contigo, Hinata no hubiera regresado, no después de lo que presencio... lo se porque estuve con ella justo en el momento en que sus ojos decían cuanto dolor y decepción estaba sintiendo por tus actos... ¡Vamos, ponte en su lugar!

—Eso... fue un error, yo nunca planeé herirla, incluso sabiendo que me quedaría con Sakura, nunca fue mi intención dañarla a ella ¿como podría? Su padre prácticamente me la confió para que la cuidara—confesó con amargura y vergüenza—es sólo que luego de cinco años creyendo que Sakura estaba muerta, yo no logré pensar con claridad al recibir esa llamada... Me apena confesar, que no me acorde de Hinata hasta que ya había partido y como una muy mala coincidencia, no estuve con ella justo cuando más me necesitaba—se había negado a hablar de eso con su familia, el único que lo sabía era Naruto, los otros simplemente lo supieron por terceras personas.

No quiero ser ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora