Psychotic [MinSung] -EN EMISIÓN-

4.- Conociendo la prisión.

Hyunjin ha tenido que teñirse el cabello obscuro y no ha parado de llorar o quejarse porque sus mechas doradas se perdieron y será imposible que pueda volver a recuperarlas, Christopher le tiene abrazado por los hombros explicándole que si seguía con ese tratamiento se quedaría calvo antes de los treinta, cosa que lo alarmó bastante haciendo reír a Felix quien se encuentra con ellos dos.

Estamos en la entrada del hospital, pero yo no estoy muy animado a su charla ni a lo que tengan que decir, solo me mantengo lo necesariamente cerca posible sin que me unan a sus tonterías. Veo la fachada, no es fea estéticamente pero si tiene esa aura de hospitales de película de terror que no me termina de agradar y eso es extraño ya que me la paso casi todo el tiempo en hospitales y demás pero nunca me ha pasado que me sienta incómodo en alguno en particular.

Éste en especial... me da una mala sensación.

— ¿Pasa algo, Jisung? Has estado callado todo el camino —Félix ha llegado a mi lado mirando también la fachada del edificio a lo que yo solo suspiro sin girarme a verlo.

Ya han pasado unos días desde que esos dos se han pegado a nosotros gracias a Hyunjin, tanto que hasta en su día libre -o sea hoy- se habían ofrecido a acompañarnos a dejar los permisos para las pasantías. También los habíamos visto por la facultad aunque estos solo iban a dejar documentación y no se que tantas cosas más.

— ¿Cómo consiguieron hacer aquí las pasantías? —no evito el preguntar—. No estoy en contra ni nada, pero no sabía que era posible en sitios como estos.

— Mi padre es uno de los altos mandatos de aquí —responde con tranquilidad Felix, pero siento un peso en su gruesa voz—. Nos dio la oportunidad junto con Christopher y al ser uno de los hospitales más sobresalientes de la capital, es más probable tener trabajo en un hospital de prestigio en cualquier otro lugar —termina de explicar al encogerse de hombros.

Y creo que lo entiendo.

No lo hace por gusto ni porque su padre sea alguien importante sino por la oportunidad y las miles de puertas que te abre el estar aquí, aunque su seria expresión me da a entender que hay un motivo más para que él esté aquí y pienso que pueda ser por obligación de su progenitor.

O incluso, otra cosa.

Me limito a asentir y palmear su espalda tratando de que ambos borremos ese serio semblante siguiendo a los otros dos quienes se han movido para entrar al lugar.

Insisto con que no es un lugar horrible a la vista, hasta parece un hospital normal y muy acogedor ya que veo gente ir y venir en sus batas de enfermero o de paciente respectivamente; y como varias de las personas van acompañadas o tomadas de sus brazos guiándolos a sus habitaciones, otros más solo van paseando y unos cuantos conversan cuando se cruzan de casualidad.

Hay algo que me pone curioso y es que la mayoría de pacientes que he logrado ver... son jóvenes, podría jurar que casi de mi edad ya que sus voces y aspectos lo hacen ver así. Eso me pone un poco nervioso, ¿Chicos de esa edad con trastornos mentales? Es obvio que los hay pero nunca creí ver un número tan grande en los listados como éste, eso me calma un poco ya que ver a personas mayores con esos padecimientos, me habría sacado de aquí en dos segundos.

Es algo triste a mí ver, pero se que no imposible.

Seguimos avanzando hasta llegar a la oficina principal donde yacen varios hombres y mujeres con papeleos y otros más hablando por teléfono o entre ellos, una señora de avanzada edad se acerca a nosotros e indica que tomemos asiento frente a ella en aquel gran escritorio, le hacemos caso mientras ella llena unos cuestionarios mirándonos de vez en cuando con una seria y fría expresión.