Psychotic [MinSung] -EN EMISIÓN-

14.- Un poco de adrenalina y reproches.

Desde aquel incidente con Christopher y Minho en el patio común, el segundo se ha mantenido alejado totalmente de mi, no me mira, no me habla más que solo para decirme monosílabos y ni si quiera se me acerca. Es como si yo fuera un tipo de repelente para él al igual que Christopher, nos trata tan indiferentes que me hace creer que todo ha sido culpa mía y que somos los seres más repulsivos que alguna vez haya conocido.

Mentiría si dijera que no me duele su actitud.

Pero, ¿Qué puedo hacer? Era obvio que tuviera ese cambio ya que Christopher había intentado besarme y yo como estúpido lo estaba permitiendo al no frenarlo y que mi cuerpo reaccionara por sí solo cediendo a sus movimientos. Desde entonces Hyunjin se ocupaba de él y yo ni en broma me acercaba más que solo lo necesario o cuando era alguna emergencia y Hyunjin me necesitaba, o tocaba la suerte de que estábamos ambos juntos para poder tratarlo.

De ahí en fuera, ni en pintura me veía.

Con ello estaba más que claro que seleccionarían a Hyunjin como su enfermero ya que se llevaban de maravilla, hasta Minho sonreía cuando charlaba con mi mejor amigo.

Ya no quiero estar aquí.

— Vamos Jisung, sé profesional —a pesar de que me lo digo en voz "alta" -y digo "alta" porque sale más como un susurró débil y patético-; no puedo hacer caso a mis propias palabras y solo termino sollozando un poco más. Me paso una mano por los cabellos hacia atrás pero al tener el rostro agachado los mechones cafés vuelven a caer sobre mis costados.

Me siento una porquería, patético y ni si quiera sé porque razón exactamente; no éramos nada y solo nos habíamos besado una vez. Una jodida vez. Ninguno había dicho nada sobre el tema tampoco porque bien ni tiempo ni libertad para hacerlo tuvimos en esos días previos al "accidente", mucho menos ahora que solo escuchar mi nombre ponía mala cara.

Y ahora que lo pensaba, no le mencioné tampoco que me gustaba y me atraía, o solo me atraía, o solo me gustaba... 

Detengo mis sollozos mirándome las manos.

¿Realmente me gustaba Minho? ¿O solo era una simple atracción?

Realmente y para serme sincero, si me gustaba, en ese mes me había cautivado totalmente con sus charlas, con sus pensamientos e incluso contándome de algo que le molestaba o cuando hablaba mal de alguno de mis compañeros enfermeros y doctores. Me gustaba físicamente también, era extremadamente guapo y atractivo, dios, que era precioso mirase por donde lo mirases y sin mencionar que su forma de hablar o incluso de mirarte te robaba los sentidos por mucho que quisieras negarlo. Minho atraía, su presencia gritaba por atención.

Pero no estaba bien sentirme así por él y lo sabía.

Sigo con mis reproches mentales cabeceando un par de veces más, tomo un poco de papel higiénico de uno de mis costados y me limpio la nariz con suavidad pues ya la he sonado mucho en los últimos veinte minutos como para hacerlo más fuerte y rozar e irritar la zona -si no es que ya estuviera bastante rojiza-. Iba a ser difícil acercarme de nuevo al castaño y más cuando me presentaran como su enfermero de cabeza, si es que quedaba seleccionado, cosa que ya comenzaba a dudar.

¿Qué iba a hacer si se molestaba de nuevo con mi presencia?

No iba a poder soportar su fría actitud todo el tiempo y mucho menos porque detesto cuando la gente está así conmigo, más por algo que no termino de entender y tampoco me han explicado. Detestaba eso, ser tan vulnerable y dejar que mis estúpidas emociones me dominaran de ese modo dejándome pisotear por cualquiera que dejara entrar en mi corazón.

Así de estúpido era siempre.

— Tienes un rostro muy bonito como para que estés llorando y lo manches de agua salada.