- No podemos entrar ahí.— dijo Olivia en un susurro.
- Ya estamos aquí Liv no hay vuelta atrás.— Le dijo su hermano.
Siete estudiantes estaban fuera de la cama después del toque de queda.
A Olivia le había parecido buena idea hablar con su hermano y los amigos de éste para conseguir la espada de Godric Gryffindor, Regulus y Barty habían estado de acuerdo con ella y eso los llevó a querer entrar en la oficina del director a media noche, esperando que el profesor no estuviera ahí.
- ¿Estás seguro que aquí está?— Regulus estaba nervioso nunca habían hecho algo así.
- Si, investigué y según el cuadro del tatara-tatara-abuelo Phineas aquí esta la espada guardada.
- No podemos entrar todos, unos deben hacer guardia.— Peter era muy sensato, por eso le agradaba a Regulus y a Olivia.
- Nosotros no podemos ir.— Barty sonaba muy seguro.— Se supone que solo un verdadero Gryffindor puede tenerla.
- Entonces voy yo.— Dijo James rápidamente.
- ¿Y tu por qué?
- Es obvio Sirius, soy el Gryffindor aquí.
- Peter, Remus y yo también lo somos.
- Si, pero yo lo soy más, toda mi familia ha ido ahí, lo Gryffindor esta en mis venas.
- Yo estoy seguro que también puedo tomarla, así que iré yo, esta es una misión mía y de Remus, nuestros hermanitos nos pidieron ayuda, así que muévete.
Olivia y Barty no podían estar más desesperados, no creían lo inmaduros que esos dos eran, ponerse a discutir en medio de la noche sabiendo que podían atraparlos solo para ver "quién era más Gryffindor" eso definitivamente los convertía a los dos aptos para tomar la espada.
Remus frenó a sus amigos y todos quedaron en silencio cuando escucharon un maullido. La señora Norris los había visto, ya no había salida. Ninguno de los siete lo pensó demasiado y salieron corriendo en todas direcciones.
Barty y Peter lograron entrar en un hueco entre dos paredes, para la mala suerte de Olivia quedó atrapada con su hermano y Sirius en un salón en desuso. Ella no entendía como Regulus y Sirius eran hermanos, el mayor de los Black estaba dando vueltas por todo el lugar desesperado por su hermano, no se callaba ni porque Remus le recordó que él y James habían ido en la misma dirección y que su amigo llevaba la capa consigo.
- Oye ya cállate o nos van a encontrar.— Olivia le gritó a Sirius pero sin dejar de susurrar, estaba estresada, nunca había estado en una situación parecida.
Sirius se calló de inmediato y con ojos de niño regañado se sentó a un lado de Remus y esté solo se reía en silencio, nunca creyó que su hermanita fuera a gritarle a uno de sus amigos, pero se sentía agradecido, aunque estaba acostumbrado a lo dramático de Sirius, ya se estaba cansando de sus quejas. Ademas estaba seguro que James no dejaría solo a Regulus, James nunca dejaría a un compañero atrás.
Regulus se moría de miedo y no podía controlar su respiración. James lo había jalado a un armario de escobas y les había colocado su capa encima. Sentía que su corazón iba mil por hora, no podía calmarse. James se dio cuenta y lo abrazó por los hombros para tranquilizarlo, Regulus sintió un calor agradable en el pecho que no supo como interpretar, pero lo hizo sentir mucho mejor.
Habían pasado unos cuarenta minutos cuando Peter tomó a Barty de la mano y lo arrastró por unos pasillos hasta las mazmorras.
- Bueno, aquí te dejo, ya me tengo que ir.
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My Way
FanfictionOrion y Walburga Black no pueden vivir sabiendo que Regulus esta muerto y que Sirius los odia demasiado para perdonarlos. Es por eso que realizan un ritual antiguo saben que pueden morir en el intento, pero no les importa, necesitan regresar en el t...