Fly me to the moon

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Londres muggle se veía hermoso en época invernal, el frío era demasiado pero valía la pena salir en las tardes a caminar un poco. Olivia y Regulus junto con Walburga estaban en Islington Green paseando a Frank Sinatra. El 12 de Grimmauld Place se había convertido en el lugar vacacional esas navidades.

- Regulus, ¿puedo preguntarte algo?— Olivia se veía nerviosa y le dio una mirada rápida a la señora Black que se encontraba en una banca mientras ellos caminaban con el crup.

- Si, dime.

- ¿Por qué Sirius dice que tus padres no son tus padres?

Regulus se congelo por un momento, trató de responder pero su cara estaba llena de dudas, abría la boca y la cerraba, no estaba seguro de que decirle.

- Oí a Remus y a Peter ayer, decían que James ya no tenia que dejar que Sirius siguiera pensando eso, que se iba comer la cabeza el solo.

- Bueno... mamá y papá eran muy distintos.— Olivia asintió y no dijo nada para que continuara.— El verano pasado fueron a Francia y cuando volvieron eran así, como los conoces, solo que antes ellos jamas se hubieran comportado de esa forma.

- Remus siempre decía que los papás de Sirius lo regañaban mucho y una vez tu mamá fue a gritarle a mi casa, creí que fue por haberse escapado, porque cuando los conocí me parecieron muy agradables.

- Ahora lo son, antes... es muy difícil de explicar.— Olivia colocó su mano en el hombro del chico y Regulus sabia que podía confiar en ella.— Yo también creo que algo les pasó, no que no sean ellos pero si que algo ocurrió en Francia, mi mamá nunca nos había abrazado y mi papá era frío y no podíamos entrar a su estudio, no nos dejaban salir al parque, siempre teníamos que vernos bien.— Su voz empezaba a cortarse.— Mm-me dd-daban much-cho mie-do an-tes.

Hace mucho no tartamudeaba, Olivia se acercó y le regaló un abrazo de apoyo, Regulus sentía un cariño enorme por ella, nunca había tenido una amiga, ahora entendía porque Sirius no paraba de hablar de James, Peter y Remus.

Walburga observaba a los chicos, se preocupó un poco al ver las expresiones de Regulus pero se sintió aliviada al saber que su hijo tenia a Olivia para ayudarlo. Se acercó después que los chicos rompieran su abrazo, acarició la cabellera de su hijo y le regaló una sonrisa. Ya le preguntaría que le pasaba cuando estuvieran a solas.

Orion no quería que las vacaciones terminaran, serian otros cuatro meses sin sus hijos en casa. Odiaba recordar la clase de padre que fue, pensar que no pudo aprovechar el tiempo que Sirius y Regulus aun no iban a la escuela.

Estaba emocionado planeando la noche estelar, le gustaba pensar en la primera vez que le enseñaron su constelación en el cielo, también siempre se ponía sentimental al recordar a Walburga enseñándole a Sirius y a Regulus sus estrellas.

Walburga le había sugerido comprar mas telescopios, solo tenia uno y no iba a ser suficiente para todos los invitados, su esposa tenia razón, tener tres telescopios era mucho mejor.

- ¿Dónde quiere que vayan las colchonetas amo?— Kreacher ye ayudaba a Orion a preparar la terraza para poder presenciar los astros.

- Ponlas cerca de la fogata Kreach, así podrán quemar bombones mientras descansan.

Kreacher aun se sentía extrañado con el comportamiento de los Black, pero no iba a mentir, le gustaba ver a Regulus feliz y como su pequeño amo le había dicho que era algo bueno que fueran así, él dejo de pensar en ello y se acopló a la situación.

Los chicos se estaban preparando, Orion había comprado pijamas de con estrellas y constelaciones para todos, incluso le había comprado una a Kreacher, que no quiso aceptar y se puso a llorar rogando que no lo liberaran y que lo perdonara si había hecho algo mal. Orion se dio cuenta de la tontería que había cometido y le dijo al elfo que jamas lo correría y le cambió el obsequio por unos dulces. Walburga que estaba en la cocina acomodando los snacks en charolas para llevarlas al techo vio todo y le dijo a Orion que pensara antes de hacer las cosas, ninguno sabia que harían sin Kreacher y peor aún Regulus estaría destrozado.

La noche estelar estaba siendo un éxito, Peter, Olivia y Regulus estaban acostados en las colchonetas mientras dejaban que los otros chicos usaran los telescopios.

Walburga les contaba como habían nacido las constelaciones según la mitología griega y Orion con hechizos básicos lanzaba luces al cielo para señalar la constelación que en ese momento estuviera mencionando su esposa.

- Regulus es más brillante que Sirius.— Dijo James mirando por le telescopio.

- También en la vida real Regulus es más brillante que Sirius.— Remus le siguió el juego.

- Cállense tontos.

Olivia y Peter estaban muy interesados en las historias de Walburga y a pesar de que Regulus sabia de memoria todo eso estaba feliz escuchando la voz de su madre contándole esos mitos griegos que sonaban como si le estuviera leyendo un cuento. Se haba recorrido un poco para lograr recostarse sobre las piernas de su mamá y que ella acariciara su cabello.

Orion se acercó a Sirius para ayudarle a encontrar la Osa Mayor, subió un poco las mangas de su pijama y estaba tan concentrado afinando el telescopio para localizar esa constelación que no se dio cuenta que su hijo observaba seriamente el corte que tenia en la muñeca izquierda.

Sirius trató de ignorarlo, realmente lo intentó pero no lo logró y sus amigos notaron la extraña forma de actuar hacia su padre el resto de la noche. Algo dentro de él se revolvió. ¿Su padre había intentado...? ¿Y si eso fue lo que pasó en Francia? ¿Por qué había hecho algo así? ¿Eso fue lo que los hizo cambiar?

Había tantas preguntas y ninguna respuesta. James, Peter y Remus le habían hecho preguntas mudas, era obvio que su cara mostraba su preocupación, incluso su mamá le preguntó si se sentía mal, él dijo que solo estaba cansado.

Y así fue como Orion dio por terminada la noche estelar, los chicos no pusieron quejas, ya era bastante tarde, habían recibido el año nuevo y era hora de descansar.

Sirius estaba hablando con sus amigos sobre lo que había visto, se veía nervioso y triste, Walburga y Orion lo habían notado, fue un cambio de humor muy repentino y le llevaron un té para que descansara mejor, Orion aseguraba que ver mucho los astros podía quitar energía. Sirius solo asintió y agradeció el té.

Se acostó en su cama y con la compañía de sus amigos logró quedarse dormido, no sin antes hacerles prometer que le ayudarían a saber que estaba pasando.

Tres merodeadores estaban en la habitación que compartían Remus y Peter en la casa de los Black.

- Ya tienes que dejar de alentarlo a seguir buscando algo.— Remus sonaba molesto con James.

- Él lo necesita y ustedes se lo prometieron.

- No teníamos de otra más que mentir o no iba a calmarse nunca, hay veces que es bueno dejar las cosas como están.— esta vez fue Peter el que habló.

- No lo voy a hacer, si Sirius me pide ayuda para buscar en el Departamento de Misterios lo haría sin pensarlo, a eso se le llama amistad.

- Amistad también es ponerle un alto a tus amigos cuando sabes que lo que están haciendo los va a perjudicar.

- James.— Peter sonaba nervioso.— Todos sabemos que los señores Black no eran así, pero ahora son geniales y Sirius tiene que dejar de buscar algo de lo que se pueda arrepentir.

- No pueden ser tan conformistas.

- Y él no puede ser tan egoísta, su hermano no quiere que las cosas cambien y le ha pedido a Sirius deje el tema en paz, podría respetar eso.

- O Regulus también podría hacer algo y ayudar a Sirius a conseguir información.

- Es obvio que tú y Sirius son tal para cual, esa necedad no los va llevar a nada bueno. Si no te importa ya nos vamos a dormir.

Remus molesto abrió la puerta de la habitación para que James se fuera y Peter le dio una mirada de inconformidad a su amigo antes de que saliera del cuarto. Potter sabia que Sirius podía no estar en lo correcto al querer encontrar la verdad, pero era su mejor amigo y él siempre iba estar ahí para sus amigos.

My WayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora