Orion llevaba semanas repasando documentos legales sobre su familia; lo habían dejado a cargo de todo cuando nació Sirius, él sabia que era el primogénito y que ese seria su trabajo tarde o temprano.
Siempre había existido una competencia marcada entre Arcturus y Pollux. Arcturus era el encargado de manejar todo el dinero que venia directamente de Phineas Nigellus y ya era decisión individual en hacer crecer el dinero que les correspondía.
En esa familia las mujeres no se dedicaban a los negocios familiares, así que las tías de Orion recibían mensualmente lo que les correspondía, así como su hermana Lucretia.
Orion no diría que por ser el primogénito se había formado una rivalidad entre él y sus primos Cygnus y Alphard, de hecho se sintió muy mal por Cygnus cuando Pollux le gritó que no servia ni para darle nietos y pasar el apellido, todos sabían que Cygnus no obligaría a su esposa a pasar por otro embarazo con la esperanza de que fuera un niño esta vez.
En esos meses recuerda haber escuchado varias peleas entre Alphard y su tío. Su primo siempre decía que no estaba listo para tener hijos y Pollux no dejaba de remarcar lo inútiles que eran sus hijos.
En ese mismo tiempo su padre y su tío pasaban horas hablando sobre dinero, las herencias, los bienes y un sin fin de temas legales. El tío Pollux solo tenia hermanas y su padre a pesar de tener dos hermanos, él era el único que tenia un heredero. Orion.
Siempre supo que todo iba a caer en sus manos en cualquier momento. Su padre era el primogénito directo y él era su único hijo, por eso Pollux y Arcturus hicieron un trato que hace generaciones no se había hecho. Un matrimonio familiar.
Era lo mejor, Orion siendo el ideal para heredar el apellido y Walburga la mujer perfecta que podía tener a los mejores descendientes que la familia pudiera pedir.
Así el dinero que hicieron crecer los padres de Arcturus y Pollux quedaría entre ellos y no habría necesidad de meter a alguien ajeno a la familia. Era el plan perfecto.
Recuerda que su padre le había enseñado muchas cosas sobre los temas legales desde los 17, Arcturus era claramente un pésimo profesor, siempre con gritos y hechizos punzantes cada que no entendía un tema rápido.
Su infancia no fue tan divertida y su vida adulta fue complicada, casarse con Walburga había sido muy extraño para ambos, su noche de bodas había sido incomoda y los primeros meses de matrimonio solo hablaban de tener un heredero.
Walburga pasaba el día entero buscando pociones que ayuden a tener un varón, no había mucha información sobre el tema, solo teoría basada en experiencias y nada con hechos concretos.
Ninguno podía fallar, necesitaban tener un hijo, por eso los habían casado, para tener a un Black que siga con su linaje. Tardaron cinco años para tener a Sirius, cada día en los primeros meses de embarazo fue un martirio hasta que su sanador le dijo que seria un varón.
Pensar en todo eso solo le recordaba que tarde o temprano tendría que enseñarle a Sirius y a Regulus todo lo necesario para seguir manteniendo sus bienes y sus negocios.
Además no podía dejar la idea de que en su otra realidad Andromeda no obtuvo nada de su herencia porque fue desterrada y eso solo le hacia acordarse de sus tíos que también fueron expulsados de la familia, ¿Como vivirían?
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Druella estuvo furiosa con Bellatrix por cancelar la boda, los Rosier y los Lestrange, siempre habían tenido intereses en común y esta situación la dejaba mal parada a ella. Para sorpresa de Orion y Walburga Cygnus había sido más sensato a tal punto de hacerle ver a su esposa que tal vez Rodulphus no merecía a su hija, por más que Bella estuviera enamorada de él.
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My Way
FanfictionOrion y Walburga Black no pueden vivir sabiendo que Regulus esta muerto y que Sirius los odia demasiado para perdonarlos. Es por eso que realizan un ritual antiguo saben que pueden morir en el intento, pero no les importa, necesitan regresar en el t...