Capitulo 26

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La única oportunidad de salvarlo.

''Vas a marcarlo sin la necesidad de anudarlo, por el lugar no puedes hacer eso, sin embargo, una vez que Joaquín despierte deberás hacerlo para hacer el lazo más fuerte y para que el omega de Joaquín sienta que estas con el'.'

Estaba en la habitación de Joaquín, al verlo sintió su corazón ser estrujado, pisoteado por una manada de elefantes, arrancado de su pecho, cortado en pedacitos, realmente se sentía así, después de todo tenía la culpa de que su omega estuviera conectado a una máquina y de paso en coma.

Una vez que el doctor lo dejo solo se acercó a Joaquín y pudo notar el gran cambio que tenía, su cabello castaño pareciera que había perdido el color, sus pómulos estaban hundidos y unas ojeras se formaban debajo de sus ojos.


Tenía miedo.


Tal vez no funcionaba.


Pero nada perdía con intentarlo.


Se acercó a la fuente de aroma de Joaquín y aunque ahora no era tan fuerte, aun podía oler ese aroma tan dulce que poseía, ese aroma que había sido su adicción.

Cerro los ojos e imagino que tan fuerte fue su aroma durante el embarazo, hubiera sido su perdición.

Con cuidado se acercó a donde estaba la marca y su alfa gruño al verla casi extinta. Sin darse cuenta sus colmillos salieron y se acercó a ese punto para volver a morderlo.

Lo hizo y pudo volver a sentir aquella sensación, volvió a sentirlo suyo, no podía ser más feliz por eso, lamio donde estaba la herida y se quedó en ese lugar por un tiempo mientras su alfa ronroneaba de felicidad.

Después de todo tal vez nada estaba perdido, la vida les estaba dando una nueva oportunidad, y Emilio se aseguraría de que esta vez Edward, Joaquín y el tendrían una vida llena de felicidad, no volvería a abandonar a su familia.

Pertenecía a Joaquín, y a Edward, a partir de ahora ellos eran su hogar.


















Mañana es el finaaaaal. 

Dulce Omega | Emiliaco |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora