Capitulo 15

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Se había ido y no tenia idea de a donde se dirigía ni mucho menos de cuando volvería, decidido esa noche se embriago en la oscuridad de su habitación, volvió a llamar a Joaquín, pero su llamada entro directo al buzón.


—Hola Joaquín, espero te encuentres bien— hizo una pausa —Yo... Yo solo hablaba para saber como estas, espero que bien, yo quiero pedirte perdón y yo quiero ha... hablar contigo, si, yo espero verte, te extraño, eso era, creo que era todo, creo que sueno patético, espero tu llamada, cuídate— colgó.


Después de eso lanzo la botella al suelo, rompiéndola en pedazos, tiro todas las cosas que se encontraban en su habitación, se escucharon cristales, vio el portarretrato en el suelo y lo recogió, estaba la foto de su familia y la de Joaquín cuando era niño, se derrumbo en el suelo sin importarle los cristales y lloro como un niño hasta quedarse dormido.

A la mañana siguiente se despertó con un dolor de cabeza y su cuerpo, se movió y sintió ardor, sintió como algo se clavaba en su piel, eran cristales, se dirigió al baño y se retiro algunos cristales que estaban en su cuerpo, se ducho viendo el agua se mezclaba con su sangre.

Después de ducharse, decidió salir hacia la cafetería de Joaquín, necesitaba hablar con Niall, tenia que saber dónde estaba Joaquín.

—Emilio— dijo al momento que lo vio entrar —¿Qué haces aquí? Joaquín no está— lo interrumpió.

—Lo sé, quiero saber dónde está, necesito hablar con el y arreglar las cosas, por favor Niko te lo suplico

—Te lo diría Emilio, pero la verdad no se dónde se encuentra

—¿Qué? — lo miro sorprendido —¿El no te dijo a dónde iba?

—Si, dijo que iba a casa de sus padres, pero no contestaba mis llamadas y entonces llame a casa de sus padres, pero Joaquín no está ahí





1 mes después.


Un mes había estado lejos sin saber nada de nadie, se sintió tan bien, pero en el momento en que su vuelo aterrizo, los recuerdos volvieron, había vuelto a la realidad, su estómago se revolvió, sintió un mareo y ganas de vomitar, rápidamente se dirigió al baño y expulso todo, así se sentía volver después de un mes.

Lo primero que hizo fue ir a su casa y darse una ducha, tenia que ir a la cafetería y disculparse con Niko por no decirle nada

Una vez que llego fue abrazado y golpeado por su amigo.

—Te vez diferente Joaco, el viaje te cambio— sonrió.

—Si eso creo— volvió a sentir ganas de vomitar.

—¿Sucede algo? — pregunto al notar como su amigo cambio su rostro.

—No es nada— mintió —y dime ha pasado algo interesante

—Aparte de que desapareciste— soltó una pequeña risa —bueno oficialmente estoy saliendo con Eduardo

—Me alegro por ti— sonrió —cambiando de tema, ¿Sabes algo de Emilio? — jugo con la manga de su sudadera.

—Viene todos los días, bueno hace una semana que no lo veo, Eduardo me comento que se fue al ejercito— hizo una pausa —parece que pasara una temporada sirviendo

—Okey, está bien— dirigió su mirada al suelo.

—Oye Joaquín— decidió hablar al notar su cambio —¿A dónde fuiste y por que no contestabas mis llamadas?

Me fui a Cancún en México, bueno y las llamadas es por que cambié de celular —mostro su nuevo teléfono —decidí no comunicarme con nadie, solo con mi madre que se preocupaba por mi

—A mí también me tenías preocupado— reclamo.

—Perdón Niko, debía de irme un tiempo y - — no pudo terminar, volvió a sentir ese mareo el cual lo hizo sostenerse de la barra.

—¿Te encuentras bien Joaquín? — sostuvo su mano.

—Si, creo que fueron los mariscos— se vista se nublo.
















Jeje

Dulce Omega | Emiliaco |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora