Capitulo 22

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—Hace meses que no comía una de estas— gimió, mientras le daba otra mordida a su hamburguesa—

—Sera nuestro secreto si no queremos que Niko nos mate

—Te matara a ti por traerme a comer a este lugar— se metió un puño de papas a la boca— pero no te preocupes yo no le diré nada— hablo con la boca llena

—Te vas a atragantar Joaco

—Extrañaba esto, entiéndeme Diego— bebió de su soda— ¿Podre comer postre?

—Creo que con esto es suficiente, Joaco no hagas esa cara que no voy a caer— dirigió su vista hacia otro lado, ignorando el puchero que hizo Joaco.

—Ahora si Niko me va a matar— iban saliendo de la nevería

—No exageres, es la primera vez después de meses que como algo así

— ¿Te dejo en el hospital?

—Ya es tarde no creo que me dejen entrar, aparte hoy si estoy agotado

—Claro, después de comer todo eso quien no estaría agotado

— Oye, eso es grosero de tu parte— frunció el ceño

—Solo digo la verdad— se encogió de hombros

—Si aja, mejor dime cómo vas con Ethan

— ¿Ethan?, no sé de qué hablas— dirigió su vista hacia otro lado— solo le doy terapia, es mi paciente

— ¿Paciente y medico salen juntos?

— ¿Qué? ¿Dónde nos viste? –abrió los ojos al darse cuenta de lo que había dicho

—En ningún lado, pero tú mismo me acabas de confirmar que han salido, ¿Desde cuándo? –pregunto emocionado

—No tengo idea, solo sucedió, no sé qué vaya a pasar

—De seguro es el indicado, por fin estás enamorado— dijo con emocionado

—Si— sonrió, él ya estuvo enamorado, de Joaco, o tal vez no, no lo sabe realmente— bueno llegamos, cualquier cosa me puedes llamar

—No te preocupes estaremos bien— bajo del auto, sacudiendo su mano en forma de despedida

El día de hoy estaba agotado, tal vez no debió de comer todo eso, pero dios, tenía meses sin comer un manjar como ese, era difícil de resistirse.

Darse un baño y dormir es lo que haría y tal vez tomar un vaso de leche con fresa, si, tal vez consideraría tomar algo antes de dormir.

Una sensación extraña hizo que se despertara, su reloj marcaba las 3 de la mañana y al parecer no solo él se había despertado, los movimientos que sentía en su vientre eran fuertes, estaba inquieto

—Tranquilo cariño— dio unas caricias a su vientre hasta que dejo de sentir movimientos— descansa

Estaba quedándose dormido cuando su teléfono comenzó a sonar

—Mmm, ¿Quién habla? — pregunto con los ojos cerrados

—Joaco soy yo, Camila

— ¿Camila?, ¿Emilio? ¿Sucede algo? –se levantó rápido de la cama, sosteniéndose de la mesa de noche al sentir mareo

—Despertó— esa sola palabra hizo que su mundo se detuviera

No tenía idea de cómo, pero se encontraba afuera de la habitación de Emilio

—Emilio— entro recibiendo la mirada de las tres personas, Camila, el doctor y Emilio

—Señor Bondoni será mejor que espere afuera— dijo el doctor.

— ¿Te conozco? –la pregunta de Emilio hizo que todos en la habitación guardaran silencio.

—Soy yo, Joaco— hablo débilmente— ¿No me recuerdas?

—Lo lamento

—Camila acompaña a Joaco afuera por favor, en un momento hablare con el

Salió acompañado de Camila, estaba en un tipo de trance.

—Emilio, ¿Qué es lo último que recuerdas?

—Es confuso, el campamento, mi padre— hizo una pausa— mi padre, ¿Cómo se encuentra?

—No sabría decirte— tomo nota— te haremos unos exámenes, por lo tanto, procura descansar— salió de la habitación encontrándose con Joaco.

—Doctor, ¿Qué sucede? ¿Por qué no me reconoció?

—Al parecer Emilio presenta una pérdida de memoria, me menciono un campamento y a su padre, al parecer su mente se quedó en ese momento y después de eso no recuerda nada

— ¿Su padre?, ¿Menciono algo más? – su voz salió débil

—No, ¿Sucede algo?

—Eso sucedió hace más de dos años, ese día perdió a su familia

—Por el momento debemos evitar ese tema o lo podría alterar

— ¿Puedo pasar a verlo?

—Sí, pero no lo llenes de información, debe ir poco a poco asimilando el presente

—Regresaste— otra vez estaba dentro de aquella habitación

—Si— sonrió débilmente

—No había notado que estas en estado— dijo emocionado— mi hermana también está en estado de hecho, se va a casar— se sorprendió ante aquella revelación

— ¿Te gustan los niños? –pregunto animadamente

—Me encantan, siempre he pensado en tener muchos, ¿Y a ti?

—Igual— acaricio su vientre— es el primero

— ¿Ya tienes nombre?

—Edward— sonrió, mirando su vientre

—Es el nombre de mi padre— ambos se miraron a los ojos— sabes, siento como si te conociera de años— suelta una pequeña risa.














Hice un cambio en el capitulo anterior xd

Dulce Omega | Emiliaco |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora