Capitulo 4

943 138 2
                                    

Estaba a punto de responder cuando alguien aclaro su garganta, era el alfa de ese día.

—Joaco te he estado buscando.

—Diego me da gusto que estés aquí— dijo dándole un abrazo.

—Es obvio que estaría aquí— sonrió.

Aclare un poco mi garganta.

—Oh Emilio te presento a Diego, Diego Emilio.

—Creo que ya nos conocemos— le di una sonrisa falsa.

—¿A si? — preguntó Joaquín intrigado.

—Tal vez me confundes con otra persona— me regreso la misma sonrisa falsa.

—Iré a ver a las demás personas, conózcanse— sonrió antes de irse.

—Aléjate de Joaquín— fue directo.

—Tranquilo, no pienso quitarte nada, bueno si Joaco lo permite— sonreí.

—Te lo advierto, llevo años conociéndolo y ese omega es mío

—No veo un lazo que lo una a ti— dije divertido.

—No hace falta, el otro día ya te disté cuenta a quien le pertenece— sonrió y se fue.

Solté un gruñido ese alfa no se iba a meter en mis planes, lo necesito para alejarme de mi pasado.


(...)


Ya había pasado una semana, semana en la cual hice varias visitas a la cafetería y me hice amigo del mejor de Joaquín; Niko, si quería saber como ganarme a ese omega necesitaba tener a su mejor amigo de mi lado, Niko es una persona agradable con un gran sentido del humor, hablamos mucho sobre Joaquín y obviamente me pregunto si estaba interesado en su amigo a lo cual solo sonreí y no necesito nada mas para casi hacer una fiesta.

—Otro día más aquí Emilio— escuche la voz de Niko al ingresar la cafetería.

—Hola Niko si un gusto verte también— soltó una carcajada al igual que yo.

—¿Lo mismo de siempre? — asentí — tienes suerte hoy, Joaquín me llamo y me dijo que hoy estaría aquí, así que no tarda en llegar.

—¿Y porque supones que tengo suerte? — alce una ceja.

—Porque ambos sabemos que estas interesado en mi amigo, no vienes a esta cafetería todos los días solo a tomar café yo se que vienes para verlo a el— ahora el alzo una ceja.

—Podrías tener un poco de razón— di un sorbo a mi café — aunque el café de aquí es el mejor que he probado— ambos reímos.

—Mira quien viene llegando— observe hacia la ventana.

—Hola Niko y Emilio, que gusto encontrarte por aquí— sonrió.

—Y como no si Emilio es de nuestros clientes mas frecuentes, algo de aquí le gusta tanto que lo hace venir— casi me ahogo con el café y vi a Niko sonreír divertido.

—¿A si? ¿Qué es? — pregunto curioso.

—El café— sonreí mientras alzaba mi taza.

—Si claro el café—— se escuchó la risa de Niko a lo lejos.

—Bueno puede que Niko tenga razón— sostuve su mano y la acaricie — Tal vez hay algo que me gusta más que el café o mejor dicho alguien.

—Emilio yo no se que decirte— observaba nuestras manos.

—No me digas nada, solo acepta salir conmigo a cenar— lo pensó un momento

—Si Emilio, acepto salir a cenar contigo— sonrió al igual que yo.

Dulce Omega | Emiliaco |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora