Capitulo 27

792 101 9
                                    

Final




Después de algunos estudios Emilio fue dado de alta, pero aún seguía en el hospital cuidando de Joaquín y de su cachorro. Solo salía para darse un baño y buscar algo de comer.

— ¿Sabes? Estaba pensando que cuando despiertes podríamos vivir juntos, una casa enorme, con un gran patio para que nuestros cachorros jueguen, tal vez con una alberca para los días calurosos, bueno si es lo que tú quieres— sonrió suavemente— En verdad, me gustaría vivir con ustedes, comenzar de cero.

Tomó su mano y entrelazó sus dedos, tal vez de esa manera Joaquín despertaría.

—Emilio perdón por interrumpir, pero pensé que tal vez les vendría bien un momento a los tres juntos— dijo Camila entrando a la habitación, empujando la pequeña cuna.

—Mi cachorro— se levantó de su asiento para cargarlo y acercarlo a Joaquín, al estar cerca de su papá comenzó a llorar.

—Tranquilo— lo meció suavemente— ambos te necesitamos Joaco— a pesar de los intentos de Emilio no dejaba de llorar.

—Ed— susurró.

En ese momento su cachorro dejo de llorar.

—Ed, mi cachorro— susurró.

— ¿Joaco? –se acercó.

— ¿Emilio? – el alma le volvió a Emilio.

—Joaco, despertaste. Por fin lo hiciste

Lo abrazo suavemente con su cachorro en brazos.

— ¿Es? –dirigió su vista al pequeño bulto.

—Nuestro cachorro— sonrió— ¿Quieres cargarlo?

Asintió lentamente y segundos después lo tenía en sus brazos, su cachorro, la razón por la cual tanto lucho, estaba en sus brazos, lo abrazó fuertemente y comenzó a marcarlo con su olor.

Emilio estaba perdido ante esa escena, tenía enfrente a las personas que más amaba, algo que nunca pensó que volvería a tener, una familia. Reacciono, se levantó y salió corriendo a buscar al doctor.

El doctor fue a revisarlo y Emilio fue a hacer unas llamadas para avisarle a todos que Joaquín había despertado.

Después de un rato volvió a entrar a la habitación y ahora después de tanto tiempo, verde y azul se volvían a encontrar.

—Emilio— susurró— no era mi imaginación, por un momento pensé que no eras real

—Soy real, aquí estoy— susurró, sostuvo su mano— no pienso irme de tu lado, al menos que no quieras tenerme cerca

—No, no te vayas— hablo rápido.

— ¿Quieres que me quede? –apretó el agarre de su mano.

—Si— susurró.

—No sabes lo feliz que me hace tenerte aquí otra vez Joaco

—Te lo debo a ti. Me volviste a marcar, algo despertó en mí y me hizo luchar más por seguir aquí. Algo me decía que aún no debía morir y debía estar aquí con ustedes

—Yo... Sé que cometí errores, pero te prometo por mi vida que no volveré a cometer los mismos errores, ahora somos una familia— acarició su mejilla y Joaquín se apegó a ese tacto.

—Una familia... Eso seremos desde ahora

Emilio sonrió y se acercó a besar lentamente los labios de Joaquín, se alejó un poco y unió sus frentes.

El lloriqueo de Edward los hizo reaccionar

—Creo que alguien quiere atención también— ambos rieron

Emilio abrazo fuertemente a ambos, se quedaron así siendo felices, después de todo lo vivido, ¿Qué podría salir mal?

Dulce Omega | Emiliaco |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora