"- ¿Unirla a la legión? Ella es incapaz de creer en sus propias habilidades."
"- Entonces nosotros seremos los encargados de creer en ellas por la susodicha."
"- La llevaran a su propia muerte."
"- No des por hechas acciones futuras sin presenciar p...
"Todos hemos nacido con nuestras propias alas, pero debemos darnos cuenta de que están ahí para poder usarlas."
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- ¿Por qué hoy hay tantos excéntricos? - La voz susurró para sí misma, observaba desde la lejanía como nuevamente se acercaba uno de aquellos seres tan extraños.
Aquella persona deambulaba por toda la formación pasando desapercibida, tenía una misión y esta era evitar el mallor número de bajas posibles.
- Espero que todos estén bien, no me gustaría ser notificada sobre una muerte indeseada.
La atención del sujeto se posó sobre una cabellera rubia que ondeaba con el viento, acompañada de tres caballos se dirigía a toda prisa hacia lo que parecía un luegar en concreto.
- ¿Christa?
- ¡Sayuri-chan, ayúdame por favor! - La nombrada abrió los ojos con sorpresa al observar junto a la de orbes azules un caballo reconocido.
- El caballo de Jean ¿qué hace aquí?
- No lo sé, lo encontré perdido más lejos al igual que al caballo de Reiner y Armin, solo pude traer a uno conmigo.
- Están totalmente expuestos, no estamos en un buen lugar para usar el equipo de maniobras, démonos prisa. - Sin esperar respuesta la de cabellos azabaches comenzó a alejarse rápidamente con la rubia tras ella.
Finalmente la más joven terminó detrás de la mayor asegurándose de que ningún titán les viniera por la espalda.
- ¡Chicos ¿están bien?! - El trío de jóvenes no pudo alegrarse más al ver que la ayuda al fin llegaba, su sorpresa fue ver a la menor de las Ackerman junto a Christa.
Sayuri fue la primera en bajar del corcel dirigiéndose hacia los chicos.
- Me alegra saber que dentro de lo posible se encuentran bien, Armin, estás herido, déjame revisar tu herida. - El mayor no protestó, se dejó atender por Sayuri quien sólo echó un tipo de ungüento para vendar nuevamente la herida.
- Son realmente valientes para venir aquí desde la formación. - Alabó Reiner.
- Yo estaba al lado y vi al caballo de Jean... Pero he de agradecerle a Sayuri, ella vigiló mi espalda para que no pasara nada malo.
