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Me encontraba preparada para dormir con mi camisón puesto calentando un poco de leche, cuando el sonido de una aparición resonó, tomé mi varita y me volteé con prisa encontrándome con Grindelwald parado en el umbral.

—¿Que te he dicho de asustarme de esta forma?

—Aria— tenía sus manos sujetada por la espalda— ha surgido algo...— dijo con la tranquilidad en su andar hacia ma ventana.

—Dime —dije sirviendo la leche en una taza para dirigirme hacia él.

—La presidenta de la MACUSA viene a Londres.

—¿Fue confirmado? — no pude evitar preguntar.

—Es una fuente confiable he de decir.

—¿Y qué quieres hacer — tome un largo sorbo de leche tibia.

—Ella será gran apoyo para el Ministerio Magico británico actual, necesitamos eliminarla.— la soledad reflejaba en las calles a través de la ventana.

—Si es ella y algunos aurores, podremos tu y yo.

—Por eso vine contigo solo nosotros sabemos de esto— se dirigió a la sala y se sentó en mi sillón individial— mañana te confirmarle el lugar de encuentro y la hora, esperalo.

—De acuerdo— tome un largo trago de leche tibia.

—¿Tienes problemas para dormir de nuevo?

Yo solo lo vi sin decir nada.

—Hablaremos pronto.

Y  por consiguiente desapareció...

...

Continuaba sin dormir, mi codo apoyado en la mesa del comedor la cual estaba hecha un desastre lleno de diferentes cosas y el mismo brazo sosteniendo mi cabeza, eran las tres de la mañana y yo me encontraba sentada en la silla solo con mi camisón blanco mientras veía la botella en la mesa...

Y la veía...

Y la veía...

Y la seguía viendo...

Hace tres horas que se fue Grindelwald y se me había ocurrido esta idea para agilizar todo y estaba con toda la intensión de usarla; pero justo ahora que está lista... es cuando viene la duda.

Aunque el sentir de Newt por mi apenas comienza, porque yo sé que así es, he de decir que mi experiencia en libros románticos de magos son la única guía que tengo desde que comencé con esta locura, realmente no me siento capaz de romper verdaderamente el corazón de Newt, porque él es una buena persona y no se lo merece, porque me gusta y me dolería lastimarlo.

Había introducido la Amortentia en una de mis botellas de ron de fuego que le llevaría a su casa.

Veía la botella de nuevo.

La veía y la veía.

¡Maldita sea!

Seria una pequeña mentira piadosa hacia Grindelwald. Le diría que ya él estaba enamorado de mi y que estaba hecho mi trabajo de lastimarlo; obviamente Grindelwald lo confirmaría y ahí es donde actuaría la Amortentia.

—Ahora que lo pienso es una estupidez... —gruñí y revolví mi cabello con frustración y apoyando la frente en la mesa.

Grindelwald no creería tremenda tontería, ¡soy una ilusa!. Pero enserio estoy desesperada.

No sé que hacer, creo que esto que siento por Newt va más allá de solo gustar porque se me rompe enserio el corazón de solo imaginar que yo lo tenga que lastimar; más por un capricho. Aunque yo no soy diferente, soy igual de egoísta que él, porque quisiera que el sentir de Newt por mi no fuese falso provocado por la poción, el problema es que eso le saldrá caro si continúa creciendo.

Revolver mi cabello y gruñir de frustración no resolverá nada. Pero si tuviera oportunidad de salir de esto sin lastimarlo, haría cualquier cosa.

Solté un pesado suspiro que sentí que vino de lo más profundo de mi pecho, aparte la botella de mi vista tirandola a la basura, es una lástima ya que era cara y de buena calidad. Deje la mesa tal y como estaba solo para dirigírme a dormir un par de horas porque estoy segura que eso necesito ahora.

...

Pasé a la casa de Newt colgando mi abrigo color azul en el perchero y dejé una botella de ron de fuego en la cocina.

Baje y encontre que Newt ya terminaba lo poco que faltaba de hacer, hace una semana habíamos liberado a varias criaturas a su correspondiente hábitat que garantizara su seguridad; me haría falta el Kelpie, así que no había mucho trabajo por hacer.

—¿Newt? ¿Ya has terminado para que salgamos a cenar?

—Ya casi, deja me arreglo un po-...— De repente escuchamos ruidos arriba y ambos volteamos a los escalones con alerta.

—Newt... — lo llamé y solo asintió en mi dirección. Ambos tomamos nuestras varitas. Yo iba a adelantarme hacia los escalones pero me tomo del brazo y me colocó tras de él. Yo solo sonreí de lado ante ese gesto sobreprotector, es una pena que él no tenga ni siquiera una idea de lo que soy capaz...

Cuando llegamos arriba nos encontramos con alguien conocido para ambos...aunque Newt no sabía que yo lo conocía.

Almas Excepcionales  × Newt Scamander ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora