17

189 23 6
                                    

Su mirada me rompió el corazón, porque en ella reflejaba que yo había roto el suyo...

—Presidenta, creo que sus pérdidas han sido suficientes para que entre en razón para tener un duelo conmigo. Ha sacrificado suficientes vidas ¿No cree?
—Ella dio un paso al frente, habló con Theseus Scamander y luego hizo una aparición para llegar a nosotros.

Noté la mirada de la presidenta pero no le dirigí la mía, estaba demasiado ocupada viendo la azotea en la que estaba Newt.

—Aria, ve arriba— dijo Grindelwald y yo por consiguiente me aparté porque estaban a punto de comenzar, hice una aparición y fui a la parte de arriba de un edificio bastante alejado, ahí noté la sangre que había en un costado de mi abdomen, entre tanto ajetreo no me había dado cuenta de que estaba herida.

Pero de igual forma eso no se comparaba con mi dolor en el pecho, veía a Newt a lo lejos, estaba discutiendo con su hermano para luego desaparecer...

¿Como rayos llegó aquí?

¿Vio todas las atrocidades que cometí? creo que él habría sido la única persona en el mundo que no habría deseado que me viera ser un monstruo...

Voltee a ver el duelo que se llevaba a cabo abajo y en definitiva la presidenta lograba defenderse al menos, pero no duraría mucho.

Y luego vi como Grindelwald rompió la defensa de la presidenta y un hechizo fulminante la alcanzó cayendo al suelo.

Se hizo el silencio por unos instantes, todo expresaban algo diferente. Algunos asombro, otros aunque quisieran negarlo admiración pero en su mayoría era de espanto y horror.

—Acaban de ver damas y caballeros, un muy pobre duelo, todos son testigos que yo he ganado de manera justa, la función acaba de finalizar— el volteó a verme e hizo una aparición donde yo estaba para luego tomar su mano y desaparecer con él, abandonando el lugar.

...
Nunca me arrepentire de nada de lo que haga ...

Esa fue una promesa silenciosa que hice en mi interior en algún momento y que se repetia constantemente en mi cabeza a lo que yo respondia de forma afirmativa en mi subconciente...

Mientras avanzabamos en nuestra aparición, en lo que fue un segundo; me hice la misma pregunta, aunque en esta ocasión la unica respuesta que tuve fue ver a mi subconciente con lagrimas de tristeza en sus mejillas...

Cuando llegamos a mi casa, estaba tan fuera de mi, estaba desenfocada, me sentía tan mareada, las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos.

Solo solté la mano de Grindelwald y no pude evitar verlo con rabia.

—Tu fuiste cierto ¡Tu le dijiste!— mi calma se había ido de vacaciones.

—Aria, solo vi la perfecta oportunidad para que terminaras tu misión, el puede que no se haya enamorado de ti, pero lo que más le duele es la traición de una amiga— su indiferencia me duele.

—¿Que hiciste para que él llegara a ese lugar— mis ojos estaban rojos por contener mis lágrimas. Mi sentido común me decía que era absurdo discutir pero no podia evitarlo, necesitaba desquitarne cin alguien...

—Talvez le dejé una nota en su casa para que asistiera a nuestra función.— yo no podía más, me faltaba el aire, estaba a punto de desmayarme, Grindelwald me sostuvo tomando mis cintura antes de caer, pero yo me separé bruscamente de él, y me dirigí a las gradas de mi casa.

—Aria no seas infantil, tu no sientes nada verdadero por él, solo es un compromiso conmigo, recuérdalo...

Me tragué mi rabia para no contestarle y simplemente cuando entre tiré la puerta para indicarle que se callara.

Estaba apoyada en la puerta y el nudo en mi garganta comenzaba a ahogarme.

Me sentía avergonzada, molesta conmigo misma. Esto ya había acabado, Newt ya sabía el tipo de persona soy y no podría negarlo aunque quisiera.

Esta bien, al menos creo que se merece una explicación de todo esto. Lo haré, le explicaré y aceptaré su odio hacia mi.

Estaba a punto de hacer una aparicion en su casa cuando un dolor punzante  hizo que recordara la herida en mi abdomen.

Lagrimas silenciosas rodaban por mi rostro mientras con mi varita traje a la mesa el botiquin para limpiar mi herida. Mi pecho dolía de solo pensar en cómo me miró... su mirada, su mirada reflejaba tres sentimientos que sentí como cuchillas: tristeza, rabia y decepción. Y todos iban dirigidos para mi...

.

Almas Excepcionales  × Newt Scamander ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora