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Habian pasado ya unos dias y Londres era un desastre. Despues de la muerte de la presidenta de la MACUSA y de saber que fue Grindelwald quien acabó con ella el ministerio está vuelto una locura y en la MACUSA no es diferente, han enviando una unidad especial para dar caceria a todos los que apoyan a Grindelwald, la tensión se siente en todas partes pero en realidad nuestro plan no ha salido de órbita, marcha tal y como yo había previsto hasta el hecho de que se revelara mi identidad, mi rostro se reflejaba en los carteles de "Se Busca", era algo inevitable luego del espectáculo que dimos.

No he visto ni a Grindelwald ni a Newt. Me seria dificil ver al último en definitiva.

Ya el tiempo avanzaba y yo necesitaba seguir con lo planeado todo por el bien mayor. Envié temprano una carta a Grindelwald avisando que llegaría y que era hora. Hice una aparición en el castillo, llevaba puesto un traje color negro, era de saco y pantalón bastante formal y algo masculino pero me gustaba, llevaba una cinta en lugar de una corbata talvez para darle un toque femenino, cosas inevitables aún en esta situación. Cuando llegué estaba mas vacio que de costumbre.

-Aria, vamos a mi despacho.-Grindelwald estaba justo tras de mi.

Entramos a la oficina y logré ver al pequeño grupo que habia estado reuniendo desde hace tiempo.

-Bien damas y caballeros, es un placer verlos de nuevo -mi voz resonó en la oficina y viendolos sin expresion alguna en mi rostro caminé hacia el ventana, saque mi reloj de bolsillo del saco y me voltée a ellos- es hora de marcharnos...

Aria con el corazón lleno de tristeza, pero pudiendo su mente sobre cualquier cosa con frialdad guió al grupo de magos hacia las chimeneas y con polvo fru se dirigieron al mismísimo Ministerio de Magia, habian puesto runas por todo el ministerio que han estado por mucho tiempo, desde que Aria estuvo ahi, fue ella misma quien las posicionó de forma estrategica en ese entonces para justo ese dia, el grupo de 6 magos que la acompañaban era magos que buscó por todas partes, Estados unidos, Africa, latinoamerica, Asia, auropa, solo magos tenebrosos con sed de poder, persuadidos por Aria y Grindelwald para manejar el mundo magico, ellos sabían el poder de ambos y por tanto estaban dispuestos a ser sus seguidores.

Aria sostenía su varita con fuerza, por lo que seguía, tanto tiempo espero para esto.

Cuando las chimeneas del ministerio se encendieron, a pleno mediodia comenzó la invasión al ministerio, luces parpadeantes por todas partes, los aurores no esperaban tal cosa y comenzó el enfrentamiento, magos corrian despavoridos y los aurores hacian lo que podían, pero fue imposible, Aria, parecía bailar entre todo el caos, sus ojos no brillaban en ese momento, movia su varita sin mucho esfuerzo, de forma lenta y delicada, llamas azules rodeaban todo, algunos aurores despues de ver que no tenian oportunidad se habian rendido y dejado de atacar a aquel grupo de destrucción que estaba frente a ellos.

Aria con su abrigo oleando con delicadeza en cada paso se dirigió a la oficina del primer ministro y al verlo ahi vio en sus ojos se reflejaba el temor, pero a pesar de eso lanzó un ataque sobre Aria y esta con facilidad repelió, ver a aquella mujer de pie frente a el, hermosa y llena de maldad en su mirada era casi irreal.

-No es personal, primer ministro... - fue todo lo que dijo antes de que Avada Kadabra saliera de entre sus labios.

Durante 2 años Aria viajo por el mundo no cumpliendo su sueño de ser Magizoologa, sino buscando a los magos más poderosos para hacerlos sus aliados, Grindelwald los investigo y

Con un hechizo hizo que el cadaver del primer ministro levitara en el aire y lo llevó sin esfuerzo a la parte central del ministerio donde estaban muchos empleados del ministerio ya derrotados y sin fuerza por el enfrentamiento ante magos tan monstruosos y veian con terror el cadáver del primer ministro levitando a un lado de Aria.

-Aria McCann es mi nombre y desde este momento dirigire el mundo magico a su esplendor... todo por el bien mayor...

Grindelwald con el resto de sus seguidores entraron por las chimeneas y comenzó todo...

Almas Excepcionales  × Newt Scamander ×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora