Siempre he estado aquí

8.

Un nuevo día en esta oficina de mierda, hoy tuve que venir de traje porque teníamos reuniones con algunos inversionistas importantes para extender en mas estados, yo simplemente escuchaba y anotaba algunas cosas que me parecían importantes por si mi papá luego preguntaba.

—Gracias por venir a la hora —dijo cuando salimos de la oficina— Y por no dormirte —eso lo hizo con humor— ¿Tienes entrenamiento hoy? —preguntó y asentí— Perfecto, envía los correos que te pedí y puedes irte.

—Ok jefe —dijo burlándose y fui a mi oficina, lo primero que hice cuando entré fue luchar para quitarme la corbata, abrí el primer botón de la camisa y puse la clave de mi computador.

—Permiso, jefecito me preguntaba si necesita café —dijo Emily con una sonrisa— Hoy estás... —suspiró— Muy lindo la verdad, me puse a pensar que capaz sería buena idea hacer una junta en mi departamento esta noche, pero me gustaría que vengas vestido así.

—¿Solo me quieres por el traje? —pregunté riendo— Me encantaría aceptar tu invitación pero quiero informarte que no estoy más disponible para este juego —la sorprendí— Lo siento, llegaste tarde.

—¿Estas de novio? —preguntó sorprendida.

—No, pero me estoy viendo con alguien y me han pedido exclusividad —soltó una carcajada— Si me dejan, serás a la primera que buscaré

—¿Es broma? —se cruzó de brazos sorprendida— Estoy en lista de espera.

—Así es —miré el computador— ¿Me puedes dar una mano con esta mierda? —dije hablando en serio— No me acuerdo si esta es la lista que necesita la información o... la de acá.

—Es... —se puso casi encima mío, obviamente me estaba provocando— es esta —dijo y me miró, nos quedamos muy cerca entonces comencé a reirme— Ok, me voy a mi lugar de trabajo, no soy una mujer de la lista de espera Lanzani, lastima... tu te lo pierdes —me lanzó un beso y se fue.

Emily era una amiga con la que me acostaba a veces, nunca tuvimos sentimientos por el otro y eso era lo más divertido, pero ahora trabajar juntos era diferente, además no quería hacerle un problema con papá. Me dio una muy buena idea sobre el traje, guardé mis cosas y salí hacía la universidad, le escribí un mensaje a Lali para vernos en la cafetería de su sede.

—¡Appa! —dijo y me dio dos aplausos— Si pudiera ponerme de rodillas en este momento lo hago —me dio un beso en el cachete— Que feo sonó eso, no lo dije en doble sentido, lo dije en modo de... —soltó una carcajada— Ya sabes ¿Que haces tan... elegante?

—Vengo de la empresa de mi papá, tengo una sola clase hoy, a la tarde voy a entrenar con el grupo y luego quiero quedarme un rato, tienes algo para hacer esta noche, pensé que podíamos pedir algo para comer —dije con mucha actitud aprovechando mi look de galán, entonces me di cuenta que no me estaba escuchando— Se me ocurré que hoy podemos pasar la noche juntos y mañana te preparo el desayuno

—Dale —dijo con una sonrisa

—¿No me estás escuchando, verdad?—pregunté.

—Lo siento, estoy pensando en las formas de quitar una corbata —respondió con una sonrisa— Puedes repetir lo que dijiste.

—Dije que... Vamos a pasar la noche juntos y mañana te voy a preparar el desayuno a lo que aceptaste, lo siento no te puedes retractar —negó de brazos cruzados.

—Necesitas mucho más que un traje —me abrió la chaqueta— Que un traje caro para pasar la noche conmigo ¿Entrenas hoy? —efectivamente no escuchó nada.

—Si, con el grupo después de mi clase y a la noche me quiero quedar solo para hacer un par de cosas —asintió con una sonrisa— ¿Pedimos algo para comer?