Capítulo 46.

13.8K 1.2K 128
                                    


Y ahí estaban. Min Ho se había comido toda la comida china que Jin había traído, sabiendo como le encantaba al omega, los globos en forma de corazón, los dulces, todo lo que le trajo. 

El menor ahora lo abrazaba, los labios de alfa se movían lento contra los suyos, la mano del castaño acariciando su barriguita, ambos estaban disfrutando de un beso de los muchos que hace tiempo no compartían, de esos donde Min podía llegar a sentir como si Kim de verdad lo amara.

No hubieron palabras, el omega fue cargado con facilidad hasta la cama, Jin lo colocó con cuidado, quitándose los pantalones y deshaciéndose de su camisa. Min Ho sólo lo miraba, esperando el momento de que su alfa lo hiciera suyo de nuevo. Jin se quitó las medias y se subió a la cama, buscando una vez más aquellos labios que lo enloquecían.

Tomaron segundos para que el omega quedara desnudo bajo la vista del alfa que amaba. 

Jin bajó poco a poco dejando besos sobre su pecho, torso y pancita. Hasta que llegó a su pene y lo llevó a su boca para comenzar a dar lentas lamidas, haciendo que el menor se sorprendiera mientras se retorcía de placer. Llevó sus pequeñas manos al cabello del alfa y lo acarició, los labios de Kim se movían tan bien, que lo estaba llevando a la locura. Siempre era él el que le hacía sexo oral al mayor, y verlo ahí, entre sus piernas, lamiendo casi llegando a lo cariñoso, le encogió el corazón.

Jin jugó como un cachorro con su pene, lo lamió un buen rato, el omega se deshacía en gemidos pequeños al sentir esa lengua. Pronto se vendría. El alfa dejó por fin su hombría en paz, acostándose en el cuerpo del omega para poder abrazarlo y besarlo.

-Eres lo mejor...-dijo Jin. Y por un segundo, el omega creyó lo que le decía. Se aferró al cuerpo de su alfa y se escondió en su cuello.

El castaño se separó del beso que compartían para alinear su erección. Metió la punta unos segundos antes de introducirse lentamente. Min Ho arqueó un poco la espalda y acarició el pecho del castaño. Sentir de nuevo como su alfa lo reclamaba era lo que necesitaba. Quizás había sido un tonto en concederle a Jin tener intimidad con él otra vez. Lo hacía igual por su bebé, porque según una teoría que había escuchado hace tiempo atrás, los bebés siente el amor del padre cuando están teniendo relaciones, no sabía si era cierto, pero al igual que las mujeres, les recomendaban tener sexo en el embarazo.

El alfa se terminó de hundir, se quedó quieto, quería sentir a su omega, quería estar unido. El menor lo miró a los ojos, no sabía si su mente le estaba dando una mala jugada, o su alfa lucía totalmente vulnerable.

-No me dejes...-el alfa alzó la cadera para poder dar la primera embestida. -No podría... te necesito...

Min Ho escuchaba sin emitir palabra alguna. ¿Sería cierto? ¿Ese hombre que lo había hecho sufrir no podría vivir sin él? Jin lo abrazaba tan fuerte, sentía los fuertes brazos del alfa temblando mientras que él le acariciaba su espalda.

Comenzó a moverse, gimiendo en el oído del omega como cada que tenían relaciones. Min Ho se dejaba llevar por todas las sensaciones que le brindaba Kim. Miró como el alfa susurraba cosas a su estómago, hablándole a su hijo. Sintió su corazón apretarse y lloró en silencio. Luego de varias horas teniendo relaciones, el alfa se corrió en su interior.

Min Ho miró los ojos del mayor, caían de cansancio y tristeza. El olor que el alfa emanaba era tristeza y ansiedad.

-Te amo Jin...-murmuró en el oído del castaño. Jin cerró los ojos por completo. -Por eso te dejo...

Y cuando la mañana llegó, un alfa lloraba, lloraba al ver un departamento vacío, de que su omega lo abandonara. Lloraba a la orilla de la cama mientras trataba de ahogar sus sollozos, no se preocupaba por quitar los ríos que estaban recorriendo sus mejillas. Necesitaba a su omega, necesitaba a Min Ho con él.

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐡𝐮𝐫𝐭 𝐦𝐞 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 | 𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎ón [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora