Capítulo 75.

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Jin no sabía qué hacer. Ayudó a su omega a ponerse de pie mientras que trataba de guiarlo al auto. Ver la sangre bajando por la pantaloneta de Min Ho le daba pánico. Siempre fue un marica para ese tipo de cosas. 

El menor lloraba mientras que se sostenía el vientre. Como, jodidos, dolía. Necesitaban llegar pronto, el cuerpo de los omegas no están diseñados para dar a luz. Por lo que tendrían que hacerle una cesárea. Y si no se daban prisa podía pasar a mayores y terminar en algo que nadie quería. Los dos podían perder la vida. El alfa lo tomó de las piernas al ver que no podía ni caminar. No supo de dónde sacó las fuerzas para cargar el peso del omega. 

En unos segundos ya estaban dentro del auto. A Kim no le importó el hecho de que Min Ho estuviera manchando los asientos con su sangre. Los sollozos lastimeros del chico le mandaban una agonía horrible a su pecho.

-¡Jin! -lloró cuando sintió otra punzada. El alfa pisó el acelerador, faltaba poco para llegar. Pero su desgracia fue ver el montón de tráfico en la carretera donde estaban a nada de llegar.

-Aguanta bebé... tú puedes...-dijo con nervios. No, no llegarían a tiempo. Habían demasiados autos atascados.

No le quedó de otra que dar un frenazo, el cual Min tuvo que sostenerse del mango en el techo del auto con la poca fuerza que tenía. Se metió por otra calle, una donde le llevaba la contraria a todos los autos, arriesgándose a chocar o atropellar a alguien. Estaba estresado, preocupado. Los gritos de su omega, la adrenalina de conducir en sentido contrario, el ruido de afuera estaban a punto de liberar a su animal.

A lo lejos vio el edificio del hospital. No había puesto atención unos segundos para ver como el omega a su lado se estaba desmayando. Y ese desmayo significaba una sola cosa. Min Ho estaba muriendo, el niño en su interior gritaba salir pero no podía hacer nada cuando faltaban unos metros para llegar.

Y en medio de tanta desesperación, Jin gritó, esos gritos que los alfas daban, dolor y enojo en cada onda sónica. Sus ojos rojos a más no poder, apretó el volante casi arrancándolo del propio vehículo. Sus dientes rechinaban por estar chocando con fuerza. El cuerpo de Min no hacía ningún movimiento, sus ojos cerrados solo lograban que los de Jin derramaran lágrimas. Llegó al hospital casi arrollando personas en el camino, salió sin importar dejar su auto abierto y se fue al otro lado con rapidez para sacar a su omega de ahí. Con una velocidad que ni él mismo sabía que tenía entró con su chico, paramédicos no tardaron en ayudarlo. Llevaron al menor en una camilla para una habitación, el alfa explicando que estaba dando a luz en medio de todo el desastre. Muchas personas contemplaban cada momento, algunas con miedo, pues por más que quisiera, Jin no podía volver el color de sus ojos a la normalidad.

Rezaba para que Min Ho estuviera bien.



♦♦♦




Jimin estaba sobre los brazos de su alfa. Jeon casi no hablaba, no mostraba ninguna emoción. Las manos de Jungkook estaban en el abdomen del omega, por debajo de su camisa. Sus labios recorriendo el hombro del pelirubio mientras que Jimin trataba de ver la televisión y no enfocarse en el comportamiento tan extraño del mayor. Estaban dando una película de reflexión. Si no se equivocaba, se llamaba caminos cruzados.

-Jimin...-murmuró Jungkook. -Tenemos que hablar...

-Lo he querido hacer desde que salimos del hospital. -susurró apoyando la cabeza en el hombro de su hombre. -¿Qué sucede alfa? -dijo acariciando su cabello.

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐡𝐮𝐫𝐭 𝐦𝐞 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 | 𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎ón [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora