Capítulo 16.

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Jungkook tomó el plato de Jimin y comenzó a servir alimentos para su omega. J-Hope hizo lo mismo con Tae. Pero en cambio, fue Sun Hee la que le sirvió comida a Chung Hee. Los chicos lo hicieron por su cuenta.

El omega jamás había visto tanta comida en una sola mesa. Su boca se hacía agua con tan solo ver lo apetitoso que se veía todo. En la mesa había un tazón de ensalada. Un enorme pavo cocinado al horno, verduras con una salsa blanca sobre ellas. Además de varios aperitivos. También distinguió pan. Vio como en el lado donde estaba su suegra y suegro habían langostas.

Sus ojos brillaron sin querer. Recuerda una vez que estuvo buscando comida en los basureros de una marisquería. El olor a langosta era simplemente uno de los mejores, aunque no había tenido la oportunidad de comerlo, infirió de debía saber delicioso.

—Oye, ¿me estás escuchando? —escuchó la voz de su alfa. Inmediatamente lo miró con las mejillas sonrojadas.

—L-Lo siento... estaba pensando...—contestó en un susurro.

—¿Sobre qué? —ronroneó el alfa en su oído.

—Es que... olvídalo. —contestó el omega. Miró con una sonrisa tranquilizadora a su alfa.

Pero Jungkook mantenía una mirada seria sobre su rostro.

—Dilo. —demandó.

—Alfa...

—Jimin. —lo miró molesto. El omega bajó su mirada nervioso cuando se dio cuenta que Chung Hee los observaba.

—Y-Yo...

—Di, lo. —volvió a demandar. Chung Hee miró con orgullo como su hijo dominaba al omega.

—M-Me gustaría... probar la langosta. —contestó bajito.

Jungkook se levantó tomando una de las tantas langostas y se la sirvió en el plato. Jimin mordió su labio cuando vio que el alfa continuaba molesto. Bien, él sabía que debía trabajar en la comunicación, pero era inevitable, no quería molestar a su alfa. Y siempre terminaba haciéndolo.

El instinto de omega hizo que su mano terminara en la pierna del alfa. Lo miró con disculpa en sus ojos. El mayor tomó su mano para besarle el dorso, luego se fue a los labios del omega para besarlos con cariño. Es que... él simplemente no podía enojarse con el omega.

—Bien Jimin. —habló Chung Hee. —¿De dónde eres? —preguntó comiendo de su langosta.

El omega lo miró con nervios.

—De Japón.

Al alfa casi se le sale un pedo de la sorpresa. Miró al omega con los ojos bien abiertos. Yoon Gi no le dijo nada de eso, Jimin no le dijo nada de eso. Bien, tampoco es como si él hubiera preguntado. Pero... ¿un omega Japonés? ¿Cómo había acabado en Corea? Ahí fue cuando se dio cuenta de que en serio no sabía nada de Jimin, se hizo una nota mental de preguntarle todo lo posible.

El omega notó la mirada de Jungkook sobre él y se encogió en su lugar. ¿Acaso lo había arruinado? ¿Jungkook ya no lo quería?

—Vaya...—dijo Sun Hee, luciendo igual de asombrada que el alfa. —Eres más interesante de lo que pensé. —sonrió.

El pelirubio sonrió apenado.

—¿Y tú familia? —volvió a preguntar el alfa mayor.

—Y-Yo... digamos que no tengo buena relación con ellos. —bajó la mirada.

—¿Por qué? Si se puede saber...—dijo J-Hope. Jungkook le lanzó dagas con los ojos.

—Bueno... no querían a un omega varón en su familia. —Jimin había podido mantener la calma sólo porque el alfa le estaba acariciando su mano. Jungkook trazaba círculos imaginarios a lo largo de la piel del omega.

—Bien Jimin, quiero que sepas que aquí nadie te va a juzgar. —sonrió Sun Hee. —Jungkook... ¿ya le dijiste? —preguntó mirando al alfa.

Jungkook asintió y sonrió. Jimin sentía que se estaba perdiendo de algo.

—Vas a venir a vivir aquí, conmigo. —dijo dándole una de las sonrisas que jimin amaba.

El omega miró como todos esperaban una respuesta de su parte. Asintió sin saber qué estaba pensando en realidad, pero las sonrisas de todos le dijeron que lo había hecho bien. Jungkook tomó su mejilla y lo volteó lentamente para unir sus labios.

—Me alegra de que aceptaras Jimin. —dijo Chung Hee. —Con el tiempo te acostumbrarás.

No sabía qué responder. Así que volvió a asentir.

Y así pasó la cena, entre preguntas triviales, básicas y cómodas. Jimin agradeció al cielo por que no preguntaron más cosas que llegaran a lo personal.

No quería exponerse.

Una vez que todos terminaron, un pastel fue colocado en el centro de la mesa por una de las sirvientas. Los ojos de Jimin brillaron.

Igual que la sonrisa del alfa al ver a su omega.















♦♦♦













Jin estaba acostado en su cama, Min Ho a su lado, mirándolo con una sonrisa. Sí, el alfa constantemente tenía sexo con el omega. Esta era una de esas ocasiones. Había decidido no ser tan hijo de puta con el pelirrojo. Así que le compró chocolates. Se levantó de la cama, dejando el cuerpo de Min Ho en ésta y permitiendo que observara toda su desnudez.

Abrió la caja que compró y la llevó a la cama, sonrió y se la entregó al omega. Al chico le brillaron los ojos al ver los chocolates. Jin se metió entre sus piernas y besó su pancita.

—¿Te gusta? —preguntó.

—Sí...—se sonrojó. —G-Gracias Jin.

El menor no pudo evitar tartamudear de la emoción. Hace mucho tiempo había aceptado sus sentimientos hacia el alfa. Aunque no le importaba que Jin lo utilizara para satisfacerse, él continuaba pensando que el azabache algún día le pediría algo serio. Y ese detalle le aumentaba la esperanza. Sacó un chocolate de la caja y lo llevó a su boca. El alfa miró como un poco se le quedaba al omega en el labio.

Se acercó y lo besó. Min Ho le correspondió con cariño, amaba la sensación de los labios de Jin sobre él. El alfa metió su lengua en la boca del omega y bajó su mano al trasero del chico. Abrió cada nalga para poder alinear su erección.

—¿Jin...? —preguntó el menor.

—¿Uhm? —el alfa se encontraba lamiendo el cuello del omega.

Gimió cuando sólo la punta del pene del alfa entró en él.

—¿Tú... me quieres? —dijo en un susurro.

El silencio se hizo presente. Jin terminó de hundirse en la calidad del omega. Luego el rojizo lo vio encogerse de hombros.

—¿Tú lo haces? —preguntó manteniéndose quieto en el interior del chico.

El omega asintió sin dudarlo.

—Entonces supongo que yo también lo hago.

Y los gemidos de ambos comenzaron a llenar la habitación cuando el alfa comenzó a penetrar una y otra vez el interior del chico.

𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐲𝐨𝐮 𝐡𝐮𝐫𝐭 𝐦𝐞 | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧 | 𝕬𝖉𝖆𝖕𝖙𝖆𝖈𝖎ón [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora