ALERTA SPOILER SOBRE EL MANGA, si no tes has leído por completo el manga aviso, desde aquí la historia contendrá spoiler, ya lo dejo a tú decisión
El sol ilumino su rostro, hacia calor y el sonido de los autos afuera de su ventana era molestó, estiro su mano buscando aun con los ojos cerrados su celular, escuchó el lento caminar de su compañero en el pasillo y como suspiraba lleno de cansancio, encendió la pantalla y sus ojos se abrieron de inmediato, en medio de un horrible caos salió de la cama y busco alguna prenda que lo salvara de aquel infierno llamado Brasil y salió del cuarto .
Freno su bicicleta frente a la playa, el mar se veía hermoso en las tardes, su pie derecho tocó el ardiente pavimentó, pasó su antebrazo por su frente en un intento de limpiarse el sudor, soltó un suspiro y se adentro en caliente arena. Vio a lo lejos algunas personas jugando voleibol, sus pies se hundieron con facilidad, pasó su mano por la nuca.
Aquella marca comenzaba a palpitar de nuevo
Heitor lo miro curioso por unos momentos, ambos estaban sentados en la arena esperando para comenzar el circuito - ey Shouyo ¿tienes un alfa? - la brisa le refrescó el rostro, miro a su compañero y sonrío de manera cálida y divertida - hm tengo al mejor alfa del mundo - su compañero lo miro un momento antes de mirar las olas que chocaban con la arena - ¿y no te extraña? o es que...¿esta aquí contigo? - las palabras de su amigo hicieron eco en su cabeza ¿extrañarlo? era más que obvio, sabía que Kageyama posiblemente lo este maldiciendo en este momento por no estar para su celo pero... - hm quizás me extrañe y me quiera golpear, pero no pienso perder contra él, sabe porque vine a Brasil, entonces que me espere un poco más - su voz sonó segura, pero Heitor quien ya llevaba bastante tiempo conviviendo con aquel pequeño ninja sabía que esa mirada desolada no era algo de seguridad...se veía tan solitario.
Su compañero le pasó una botella de agua, aquel partido había sido agotador y el calor lo hacia aun peor, Shouyo le sonrió, palmeo a su lado esperando que se sentara junto a él - Shouyo...¿por qué no estas con tú alfa? se que te gusta mucho jugar, pero es eso mucho más importante a tú pareja, ha de estar muy triste sin ti, además nunca te he visto usar un añillo así que dudo que estén casados...¿te marco en tú contra? - el omega soltó una carcajada y retiro la gorra, apretó sus dos manos alrededor de la botella fría, miro el mar y luego cerro sus ojos - No estamos casados aun, ambos decidimos que el que ganara un partido seria el esposo...aparte de que cuando me mordió yo estaba muy feliz, lo hizo en nuestra graduación, fue nuestra noche especial ¿sabes a que me refiero Heitor? ese noche Tobio y yo lo hicimos, fue mágico ¡casi tanto como ver el otro lado de la red!.. pero Heitor, ambos jugamos voleibol, Tobio es un gran jugador y yo...bueno, no me puedo quedar atrás ¡QUIERO QUE MIS CRIAS VEAN QUE SU MAMÁ ES GENIAL! cuando le dije eso, aceptó que yo me fuera de Japón, aunque me amenazó con que me ganaría y él sería el esposo ¡NO QUIERO CAMBIAR MI APELLIDO A KAGEYAMA! pero bueno...la verdad creo que solo quiero que Tobio me vea como un igual, no solo como el omega que sabe jugar voleibol si no como el omega que le patea el culo jugando voleibol...también quiero que se sienta orgullo al mostrarme como su pareja - Heitor lo miraba sorprendido, Hinata aun tenía sus ojos cerrados pero sonreía, era como ver a un ángel - Shouyo...tú alfa suena como un idiota y tú igual...creo que él nunca estaría avergonzado de mostrarte como su pareja y si lo hace llámame le enseñare como se soluciona eso en Brasil - Ambos se miraron en silencio antes de soltar una risotada, Heita miro a su amigo, tan solo en una ciudad tan grande, tan pequeño y fuerte al mismo tiempo, era como si Hinata no fuera omega, tenía aires confiados y fuertes, era tierno a su manera...estúpido pero tierno.
y su alfa...era un maldito suertudo.
No mucho después de la boda de su amigo y de una agradable despedida, Hinata Shouyo ya estaba abordando el avión para volver a su hogar. Había hablado con su nuevo entrenador, tenía tres días después de su llegada para descansar, sabía que aquel alfa orgulloso estaba fuera de Japón, sabía quienes eran sus nuevos compañeros y aunque Miya Atsumo no paró de molestarlo sobre que ahora sería más que familia, se sentía bien, no le importaba que su piel estuviese de aquel oscuro tonó, ni que su cabello rosara con intensidad su nuca, ni lo poco que había crecido, no le importaba los gritos de su madre cuando le conto que viviría en Tokyo, no le importó tener que esperar casi tres meses para ver a Kageyama, no le importaba nada de eso, estar en casa y ser una sorpresa para tú alfa era lo único que le importaba, ni aunque Noya-san bromeara sobre como apenas Tobio lo viera lo marcaría por todas partes lo desanimaban o que Kenma pareciera realmente satisfecho de que volviera.
Miro la pantalla de su teléfono cuando el avión comenzaba a aterrizar, le gustaba ver las fotos que su novio pocas veces le mandaba, aquellas fotos en donde su cara se veía oscura porque la tomaba con el sol atrás o aquellas donde sonreía incomodo en alguna campaña de publicidad - ashh Tobio porque parece que fueras a morir en una foto - susurro tocando la fría pantalla, soltó un suspiro y miro por la ventilla el aeropuerto, sería lindo ver a ese gruñón rey esperándolo en cambio tendría que soportar a su madre y su hermana...aunque eso no era del todo malo.
Volver a aquel lugar en donde podría ver su amada colección llena de las hormonas de su alfa era muy bueno, quizás ahora si podría pasar su celo en un nido
