Durante unos momentos miro el teléfono, era agotador lidiar con una naranja con patas, una naranja que no se quedaba quieta nunca, escucho al entrenador llamarlo y con frustración se acerco a la entrada del hotel donde sus compañeros hablaban - entonces Tobio te quedaras donde tu omega? - la pregunta de aquel enano de cabello blanco lo irrito mucho más, tomo su maleta y entro al hotel mientras susurraba - Esta en Japón, Boke esta ahora mismo en Japón, mientras que yo estoy aquí - no esperaba que sus compañeros se quedaran en silencio así que los miro de reojo solo para notar como lo miraban con burla "idiotas" pensó ya casi con un tic en su ojo derecho.
Miro de nuevo su celular, durante la noche Hinata no solo le corto la llamada, habia estado ignorando sus mensajes - Tsk! más le vale estar en el departamento para cuando regrese - con frustración comenzó a mirar las fotos que su pelinaranja siempre le mandaba, las playas, el mercado, la cancha donde jugaba, el mar, sus piecitos dentro del mar, un monton de puestos de carne asada, animales que encontraba en la calle, su carita bronceada, su compañero de voleibol, su compañero de piso - ¿Por qué le toma foto a todo? - suspiro, él casi nunca le mandaba fotos, era extraño porque usualmente hacian video llamadas y se escribian casi todo el día, pero no le mandaba fotos o videos, lo pensó por casi toda la noche y eso solo lo hizo irritar mucho más.
Durante el entrenamiento, un compañero le comentó que su celular estaba sonando, así que paro de jugar y contestó, esperaba escuchar la voz de su dulce naranja pidiendo perdón o tan siquiera explicando la situación pero no, no solo no era su omega, era ese Miya que vivia detras de su chico - Hola Kageyama-kun ¿Qué tal Brasil? ¿ya te viste con Shoyou-kun? - era molestó, sabía que era una estupida forma de hacerlo enfadar, lo estaba llamando desde el telefono de su naranja - mm no, él esta en Japón ahora mismo - sus compañeros lo miraban con curiosidad - ahhh si, esta muy hermoso, verlo después de todo este tiempo me ha hecho darme cuenta de que yo seria un mejor alfa o ¿no Shoyou-kun? - al fondo podía escuchar la risa de Bokuto y la voz de Hinata pidiendo por su telefono, suspiro, hoy de verdad que no podría jugar bien - Ya veo, se que esta hermoso, siempre lo ha sido, dile que lo vere en unos meses, que se quede en casa, que le pida a la dueña del edificio una copia de la llave o que si aun no ha perdido las que le mande las use - y así sin más colgó, era muy molestó saber que SU enano estaría jugando con aquel rubio de voz molesta.
Lo unico bueno de todo eso era que Hinata tenia una hermosa marca en su cuello, su marca.
El tiempo había pasado entre partidos, hoteles y aviones, la ultima semana de partidos era en Francia. El pelinegro tiro su toalla al suelo, abrio su mochila y sacó su celular, uno de sus compañeros lo miro curioso - Tobio estas feliz por ver de nuevo a tu omega? ya en dos días volvemos a Japón - Sus dedos teclearon un poco antes de mirar al chico de cabello rubio y sonreirle - Sí, casi tres años de no vernos, solo deseo verlo y comermelo a besos - La risa de sus compañeros explotaron, Wakatoshi se sento a su lado y lo miro serio - ¿se van a casar? - todo el vestuario quedo en silencio bajo la pregunta del zurdo, Kageyama lo miro serio, luego parecio recordar algo - ¡Cierto! debo comprar el anillo y el restaurante y un traje y flores - Hoshiumi le golpeo la espalda con una sonrisa burlona - bueno, de paso hacia aquí vi una joyería, vamos, quizás y encuentres algo que no pese mucho y sea lindo - el peli negro soltó un suspiro accedió, pensar en que quizás dentro de unos años tenga cachorros jugando vóleibol era hermoso y hacía palpitar fuerte su pecho, imaginar a un Hinata con una panza grande sentado contra la venta y a sí mismo llevando algún postre a su pareja, esos pensamientos hicieron que una pequeña sonrisa se abriera paso en su rostro.
