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Una semana o quizás unos 10 días después, Hinata volvía a ser consciente de sí mismo, él solo lo miraba devorar el desayuno que le había preparado - Oe Boke, quisiera saber que piensas sobre tener crías - su voz sonaba igual que siempre, bebió de su café esperando la respuesta del más bajo, pero no había ni un sonido en la habitación, ambos se miraban en silencio y cada uno tomó ese silencio a su conveniencia.

Mientras se duchaba pensó en lo sincero que era Hinata en celo, no habían pasado muchos de estos juntos, entre el vóleibol y la distancia se hacía complicado, puso su cabeza contra la pared, el agua fría bajaba por su espalda, entonces sonrió entristecido, aquel pequeño idiota le había suplicado por tener crías hace menos de dos días y ahora no decía nada - agh, lo sabía, ese idiota no lo hará - suspiro cerrando el agua, no se enojaba con Hinata, al final sabía que su sueño no era ser un delicado omega, él lo entendía... Pero eso no hacía menos doloroso saber que era poco probable tener cachorros jugando por la casa...

Había pasado una semana, una semana entera en la que Hinata lo evitaba o simplemente no aparecía, antes eso era normal, el enano ese tenía prácticas y eso, él también estaba ocupado entrenando para los olímpicos... Pero ahora que ese tema de las crías había quedado en el aire... - debí quedarme en silencio con eso, ya sabía que no aceptaría - eso complicaba todo.

Su hermana sonrió dándole una cerveza, sus padres se miraban preocupados y fue su padre quien lo hizo explotar - Tobio... Tú madre y yo hablamos, sabes que eres un deportista nacional, un gran alfa del país y todos esperan mucho de ti... Eso incluye que tengas a un buen omega que pueda cumplir sus deberes... Quizás es hora de dejar ir ese amor infantil y ya sabes, buscar alguien que te de crías así podrás hacer feliz a todos - su hermana miro incrédula a sus padres, él mismo los miro confundido, sentía como su sangre se calentaba por esas palabras tan estúpidas - hijo... Tú padre tiene razón, sabes que se espera de los alfas, sabes bien que el estado está esperando que tú omega quede preñado, tal vez Hinata no te am...- eso fue todo, no quería escuchar esa mierda de sus padres, sin cuidado alguno se levantó de la mesa y salió enfurecido, dejando los gritos de su hermana y sus padres atrás.

Cuando llegó a su departamento, como siempre Hinata no lo esperaba, sentía tanta frustración, fue como cuando el pequeño omega se marchó a Brasil, ese sentimiento de miedo crecía de nuevo en su pecho, agarro su teléfono e ignorando los mensajes de su familia, marcó aquel número que era acompañado por la foto de ambos, al cuarto tono escucho su suave voz - oh Tobio! ¿Qué pasa? ¿Qué tal la visita a tus padres? - podía oír a Kenma hablar de algo y a otras personas charlar - Boke... ¿Cuando piensas venir? Ya olvida la idea de las crías, me importa una mierda mis padres o el estado o la mierda que sea, solo... Puedes dejar de evitarme? - dejo caer su cabeza en la mesa, estaba desesperado tenía tanto miedo de perder a su alma gemela, Hinata susurro algo y todo el ruido se detuvo - Tobio ¿por qué dices eso? No lo olvidaré, no quiero, no se que paso ni que tienes pero ¿por qué asumes que te evitó? - quería reírse, enserio Hinata Shouyo era un idiota, suspiro de nuevo y levantó su mano en el vacío del departamento - Ja! Olvidalo, que te diviertas Hinata - y sin esperar nada corto la llamada, todo esto lo estaba cansando, todo el estrés de los olímpicos, el estrés de su relación, el estrés de su familia, todo, todo era tan agotador ahora que se sentía de nuevo como aquel niño al que su abuelo se le murió, se sentía como aquel adolescente al que nadie le quería recibir la pelota - agh, esta bien todo es una mierda, ja una gran mierda ni siquiera puedo hacer que mi omega esté a mi lado - tiro el teléfono a algún lado de la mesa y se metió en el cuarto, dejándose caer en la cama, odiaba sentirse tan débil, tan solo...

Días De VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora