CAPÍTULO 02

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Esa voz...

Mierda, no estoy sola.

Volteo ligeramente a ver, es el Profesor Kuznet, esta de brazos cruzados frente a su escritorio mirándome raro. Entonces me doy cuenta de que estoy en cuatro, con el trasero elevado y el pecho pegado al piso con el cabello en toda la cara y el vestido levantado dejando a la vista todo. Básicamente parezco una lagartija haciendo ejercicio con peluca barata.

–Profesor Kuznet, – Levanto la cabeza golpeándome con la silla –Ah, que torpe soy. – Rio para no llorar, creo que me descalabre.

El enarca ambas cejas aún mirándome serio, esto es incómodo... Me levanto del suelo rápidamente acomodándome el vestido con las manos.

–Señorita... –  Espera  que le diga mi nombre.

–A-retha Ma-Makris. – ¡Tierra trágame y escúpeme en Marte! 

–Señorita Makris, ¿qué hace aquí? – Repite.

–Ah, yo... – ¿qué se supone que le diga? ¿huyo de mi acosador psicópata? ¡si le digo eso no me creerá y me obligará a salir!

–Usted... 

–No puedo salir. – Es lo único que digo.

–Señorita Makris, si nos ven juntos aquí lo malinterpretaran. Salga por favor que lo ultimo que quiero son problemas.

–Usted no lo entiende... – Intento hablar pero me interrumpe antes de que pueda seguir.

 –Mire que no me interesa en lo más mínimo su vida privada ni sus problemas, así que si viene aquí a hablarme de ello puede irse. – ¡Pero qué imbécil! ¡como si todo el puto mundo girara a su alrededor!

–No vine aquí para eso, pero no puedo salir. – Murmuro molesta.

–No es pregunta, es una orden, no quiero problemas con la directora, hágame el favor de regresar al receso. – ¡Egoísta! él no me manda.

Me quedo ahí parada sin moverme, la molestia es clara en su expresión, pero me da más horror salir y toparme con Arón a quedarme aquí y escuchar sus regaños.

–No puedo regresar afuera. – Su rostro se endurece.

–¡No estoy jugando! ¡Afuera he dicho! 

Me grito... ¡Me grito! ¡¿Y este quién se cree!? ¡Ni mis padres me gritan! ¡No tiene derecho a gritarme! Es la primera vez que alguien me grita y habla de esa manera, este se cree mucho.

–¡Sí tanto le molesta sálgase usted, se cree mucho y no es nada más que un absurdo profesor que parece de cuarenta con su lenguaje todo formal y ridículo! ¡ridículo eso eres! ¡un ridículo! – okey, las palabras salieron solas, no sé qué me sucedió. Yo no soy así, ¡nunca antes le había gritado a alguien!

Lo veo caminar furioso hacia mí, puedo jurar que veo humo salir de sus orejas, en cualquier momento va a explotar.  Cuando queda frente a mi me siento diminuta, es tan jodidamente alto...

–Repítalo. – Ordena entre dientes y cuándo quiero hablar para disculparme y decirle que no soy así alguien abre la puerta del salón y camina hacia ambos.

–Profesor Kuznet, lo estaba buscando. – Es la directora, se para a mi lado y al percatarse de mi presencia me regala una sonrisa. – Ah, veo que ya conoció a Aretha. – Finjo una sonrisa que parece más una mueca.

–Aretha es una excelente alumna, el año pasado tuvo las mejores notas de su clase. – Habla y yo solo quiero que se callé. – Es una de las mejores en toda la universidad, es muy solidaria e integra tanto con sus compañeros como con sus profesores. – El Profesor me mira con ambas cejas levantadas y yo solo quiero desaparecer de la faz de la Tierra. – Nunca hemos tenido problemas con ella, es una chica muy decente y bien portada. – Él sonríe con ironía. – Si tiene alguna duda acerca de las clases o el lugar, por favor no dude en preguntarle a Aretha, es una chica muy gentil y le ayudara con mucho gusto.

Mi Ilegal Adicción +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora