CAPÍTULO 19

78.6K 6K 3.1K
                                    


–¿Por qué tan nervioso Matty? – Se le burla Darcy al verlo inquieto.

–¿Nervioso?, claro que no. – Responde, sin embargo no se molesta en mirarnos.

–Claro que sí, estás moviendo tu pierna a la velocidad de la luz. – Ríe, pero se calla cuando le doy un codazo.

–Sin ofender Matt, – Intervengo – pero tienes cara de haber atropellado a un perrito, y es la séptima vez en este minuto que te peinas el cabello.

Nos mira a ambas, se ve bastante tenso y afligido. 

–Estoy bien, es solo que nos toca filosofía. 

–¿Y?, a mí tampoco me gusta filosofía y no por eso tengo cara de querer vomitar. – Vuelve a burlarse mi amiga, ganándose otro golpe de mi parte.

–La clase me da igual, lo que no me agrada es el maestro. – Confiesa.

–¿Enserio?, es decir, a mí tampoco me agrada, pero no me desagrada nada el que un bizcocho como él nos de clases. – Creo que no hace falta decir quien dijo esto. 

Matt y yo volteamos a verla, él algo extrañado, y yo de manera desagradable. No estoy celosa, simplemente no esta bien que hablé así de nuestro maestro.

–¿Te hizo algo, Matt? – Pregunto, ignorando a mi amiga.

–No directamente, pero toda  la clase de ayer estuvo mirándome mal, ¿es qué le hice algo y no me he enterado? 

–¿Qué? no, no te eches la culpa de su amargura. – Le pongo una mano en el hombro – El es así con todos, ya te lo había dicho antes. 

–¿Estás segura?, porque en verdad siento que me odia. 

–Matt, eres como un par de zapatos nuevos, nadie puede odiarte. – Añade torpemente Darcy.

Lo veo fruncir el ceño, confundido. 

–Dejando de lado el mal ejemplo, es cierto, dudo mucho que alguien pueda ser capaz de odiarte.

Sonríe más tranquilo, hasta que vemos al profesor entrar al salón igual de serio y frío que siempre. Bueno, su tranquilidad duro poco.

–Buenos días jóvenes, no voy a perder mi tiempo mandándolos a sus lugares, así que o se sientan o se van de mí clase. – Todos corren a sentarse – Genial, comencemos. 

Veo a mi amiga sacar su celular apenas empieza la clase. 

–Como ya saben en dos semanas serán las vacaciones de Navidad, – Escucho festejar a la mayoría – pero antes tendrán que entregar un proyecto. 

Todos cambian sus caras de felicidad, convirtiéndolas en expresiones de cansancio y estrés. 

–Este trabajo va a valer el cincuenta por ciento de calificación del semestre, así que escuchen bien las instrucciones, que no pienso repetirlas. – Amargado – Tendrán que resumirme en una presentación todo lo que hemos visto hasta ahora. Vamos empezando el segundo semestre, así que no es mucho. 

Si, si lo es. 

–Y será en equipos de tres a cinco integrantes. 

–¿Podemos elegirlos nosotros? – Interrumpe alguien.

–Primero que nada, alcen la mano para hablar. – Madre mía, esta de mal humor – Esto no es kínder y yo no doy clases a infantes.

Levanto la mano.

–Aretha. 

–¿Podemos elegir nosotros? – Hago la misma pregunta. 

Lo veo suspirar, pensativo.

Mi Ilegal Adicción +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora