Mi Ilegal Adicción +21

CAPÍTULO 36

Andrey me da un último beso, ninguno de los dos puede evitar reír en medio de este por la diversión de la situación. 

–Nos van a ver – me separo, pero él vuelve a pegarme a su cuerpo para empezar a marcar mi cuello. 

–Que nos vean. 

–No – retrocedo, con la respiración agitada – No quieres que nos vean, te costaría tu trabajo y unos años de cárcel también.

–Ya no hay nadie – sujeta mi cintura, repartiendo besos por toda mi clavícula. 

Se deja caer en su silla, subiéndome arriba de él para poder tocar por donde quiera. No me resisto, y le permito hacerlo mientras disfruto de las sensaciones.

–No creo que sea buena idea hacer esto aquí – jadeo.

–¿Hacer qué?, si solo estamos dándonos cariño. No vamos a follar, aunque admito que me pone bastante la idea de hacerlo – muerde mi lóbulo, erizándome la piel.

–Pueden vernos "dándonos cariño" – hago las comillas en el aire.

–No lo digas así.

–¿Así cómo? 

–Como si estuvieras bromeando. Esto es algo serio, cría. 

–Como digas, profesor. 

Sonríe, dejando un corto beso en mi frente.

–Bueno... – me pongo de pie, arreglándome la ropa arrugada – yo tengo que irme ya. Darcy y Rebecca se van a preocupar si no llego a casa antes de las cinco. 

Tomo mi mochila del suelo, colgándola sobre mi hombro. 

–Nos vemos mañana, profesor Kuznet – le doy una sonrisa de boca cerrada, y me dirijo a la puerta.

–Aretha – me alcanza, impidiéndome salir.

Lo miro, expectante. 

–El Sábado es el cumpleaños de Inna. 

–Oh, excelente. 

–Y vendrás conmigo. 

Me quedo asombrada, pero que directo. 

–Ah, honestamente no creo que esa sea una buena idea. 

Se cruza de brazos. 

–¿Por qué?

–Prefiero no generar conflictos en familias ajenas, ya sabes, entre Ania y tú. Ella me odia, y no quiero arruinar la fiesta de Inna.

–Eso no va a pasar, Aretha. 

–Puede ser que sí, seguro que no se sentirá cómoda con mi presencia. Y honestamente, yo tampoco. 

–Ustedes dos no tienen porque hablar, solo quiero que me acompañes. 

–Andrey...

–A Inna le gustará tu presencia, y a mí también. 

Tuerzo los labios, pensativa. No sé que pensar. Y ahora que Andrey ha dicho que soy "su chica", hay más riesgos de que una catástrofe suceda.

–¿No crees que es algo muy íntimo?

–Es la fiesta de una bebé Aretha, – ríe – y además, te estoy invitando a ti, no a algún desconocido. 

–Mmmm.

–Solo di que sí. 

Sus ojos reflejan tanta emoción, que no puedo evitar sonreír.