11, Houston, Tenemos Problemas

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Adara

Estoy que me lleva la chin***, se atreve a venir a mi casa después de semanas de no vernos, después de no llamar ni mandar mensaje, se atreve a decirme que soy yo la que no entiendo.
¿Qué debo entender?, ¿Que ya no está dispuesto a lo que sea como decía al principio? , ¿que ya no tiene el interés en saber como estoy, que ni siquiera se toma 2 minutos para un mensaje rápido, donde me haga saber que me extraña? No, el señor solo piensa en él.

—Estoy cansada de tener que estar despierta, esperando tu llamada o si me contestas un mensaje -dije ya con lágrimas a punto de salir y con la voz cortada.

—Perdóname, no llores, no quiero verte mal.

—Sí no quieres verme mal, entonces vete, porque voy a seguir mal, tú me haces mal. -fue lo último que dije, después me tomó del rostro y me besó.

—¡¿Estás loco?! , ¿no recuerdas el trato con mi papá?, nada de besos, por que somos "amigos" -dije haciendo comillas en amigos.

—En este momento no me importa nada, no me importa el trato, ni tu papá, ni nadie, sólo quiero besarte como hace mucho no lo hago.

—¿Y se te olvida por qué ha pasado tanto tiempo? Eres tú el que no ha querido, y ya basta de decir que es por tu trabajo, porque si de verdad quisieras, pasarías aunque sea 5 minutos a verme.

—Lo sé,¡perdón de verdad!

—De nada me sirven tus disculpas, si las cosas van a seguir igual, lo mejor será que ya no vengas, ya no te preocupes por tener que hacer tiempo para mí, sin mí podrás estar más tranquilo, adiós. -me safé de su agarre y me metí a la casa.

Lloré como hace mucho no hacía.
La última vez que llore así fue cuando me enteré del fallecimiento de mi tío.
Y así, echa bolita y con los ojos hinchados, me quedé dormida.

A la mañana siguiente.
En la entrada de la escuela estaban Ama y Carlos, los dos me vieron con la cara hinchada y se miraron entre sí, preguntándose que me había pasado.

Me acerque a ellos y solo dije...

No quiero hablar de eso. No por ahora.

—Ady sabes que estoy aquí para tí,-me dijo Carlos sobandome la espalda, a lo cual solo asentí.

— Ya es hora de entrar dijo Ama -ví como le hacía señas a Carlos para que se fuera él primero y así lo hizo.

—Gracias, no tengo ánimos para hablar con Carlos.

—¿Houston está teniendo problemas? -me pregunto en un tono burlón como siempre hacíamos.

—El Pentágono está siendo invadido, -respondí con una ligera sonrisa. Lo cual significaba que estaba preguntando algo que no quería responder.

—Entendido mi sargento -hizo un saludo militar la loca, lo que me hizo reír.

—Cuando esté más tranquila te platicaré. Solo por favor no te separes de mí, no quiero que Carlos se acerque a hacerme preguntas.

—Eso quiere decir que Houston tuvo un terrorista llamado Alejandro.

—Estas en lo correcto, pero te platico a la hora del receso, ahora ya hay que entrar a la clase.

En el receso

—Lo siento Ady estoy sin receso por no traer la tarea, tendrás que enfrentarte a... -y señaló con su ojos hacia el lugar donde estaba Carlos sentado, aparentemente esperándome.

—No te preocupes ya veré que le digo, adiós.

—Adiós y suerte.

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