Un Amor Adolescente

53, Media Verdad

—Me alegra saber que soy de los tuyos.

—Oye ¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro dime.

—¿Nunca te ha gustado nadie más que Karla desde que entraste a la prepa?

—En el primer semestre me gustó una chica, pero se salió de la escuela, después de eso me hice amigo de Karla y Mónica, en ese momento solo la veía como una amiga, a los meses me di cuenta de que me gustaba, pero como siempre nos tratamos como amigos nunca me atreví a decirle nada.

—Debiste quererla mucho para aguantar que te hablara de su novio y todo lo que hacía con él.

—No podía decirle nada, no me debía ningún tipo de respeto, yo solo era su amigo así que no me debía explicaciones y con tal de estar junto a ella, permitía que me hablara de su novio.

—En algún momento pensaste en decirle la verdad?

—Muy al principio si, pero después nuestra amistad se hizo más fuerte y temí romper con lo bonito que teníamos.

—Que estúpida la verdad, no ver que a su lado tiene a un niño maravilloso, atento, tierno, cariñoso, comprensivo y divertido y tratarlo como su sirviente, porque ni siquiera te trataba como a su amigo. O por lo menos era lo que yo notaba.

—Ese niño ¿soy yo?

—Acaso ¿hay otro niño aquí?

—¿No? Supongo que no, quiere decir que ¿tú piensas que soy todo eso que dijiste?

—Por supuesto que sí, no sólo lo pienso, lo veo.

—Es una lástima que todo eso no sea suficiente para algunas chicas y que ya tengan novio aunque sean unos idiotas.

—Por algunas ¿te refieres a Karla no?

—.............. Debo irme nos vemos mañana en clase, adiós.

¡Dios! ¿Que fue eso?
Acaso me estoy imaginando cosas o Deo dijo lo que creo que dijo.
No, no, no. No creo ¿o si? No.
¿Pero cómo? ¿Cúando? ¿En qué momento?.
Calma Adara, tranquilizate estúpida, no se te puede mover el piso solo por lo que tú crees que dijo.

¿Crees que se refiere a tí?, cálmate no eres Karla.
Mi maldita conciencia me habla cuando menos lo necesito, o ¿será que solo me habla cuando de verdad lo necesito?. Debo dejar de pensar en cosas que no sucedieron.

6:35 pm

—Hola pequeña, ¿como has estado?

—Bien. Pero veo que tú no. — está golpeado— ¿Que te pasó?

—Me pasó un autobus encima—quiso hacer un chiste, pero momento equivocado chico.

—Sí claro ¿Que es lo que querías decirme?

—Explicarte por qué no había venido y por qué estaba tan cortante contigo.

—No me digas otra vez que es por tu trabajo porque de verdad esa excusa ya la escuche antes.

—Lo que pasa es que, todo tiene que ver con los golpes que ves en mi cara, me agarré a golpes con Fernando. Traté de hablar con mi mamá y hacerle entender que ese hombre no es bueno, pero de nuevo se puso de su lado, él hizo un comentario cuando mi mamá se fue a la cocina, dijo que si no estaba con mi mamá, terminaría con mi hermana, eso hizo que perdiera el control y me lancé sobre él, cuando mi mamá escucho la pelea solo me vio a mi golpeandolo, pero él ya me había dado con el puño en el ojo — señaló su ojo izquierdo —Ella me gritó que lo soltara y aflojé mi agarre, en cuanto hice eso, él se levantó y me golpeo aún más fuerte. Mi mamá solo gritaba que pararamos pero nunca lo alejo de mí, mientras me tenía en el suelo. Después de eso, me fui a la casa de Iván y estuve con su familia por 4 días, esos 4 días que no llamé, porque dejé todo en la casa. Iván me decía que te llamara de su teléfono pero no me atrevía a decirte que no podía verte porque sabía que preguntarías el ¿por qué? Y temía decirte que me peleé con Fernando, sabiendo que tú me advertiste que no me metiera con él porque podía ser peligroso.

—Y lo fue. — es todo lo que dije, dejé que continuara.

—Sí lo fue, pero por eso no me atreví a contarte la verdad, después cuando regrese a la casa, pasé todas mis cosas a la habitación de renta y después entre el trabajo, mi mamá, mi hermana, mi abuela y Fernando, no tenía cabeza para nada más. Cuando te llamé solo te dije que tenía mucho trabajo y que por eso no podía verte. La vez que vine solo por 20 minutos, oculte las marcas con maquillaje, y ayudó que fuera de noche, me fui por la llamada que escuchaste, era Iván, me dijo que mi hermana le habló preocupada porque ella estaba sola en la casa y Fernando llegó sólo sin mi mamá, y como ella sabía que yo iba a venir a verte decidió llamar a Iván porque él estaría más cerca que yo en ese momento.

—¿Crees que si me hubieras platicado las cosas, yo no hubiera entendido la situación? Me molesta que me subestimes, ya se que soy menor que tú pero no significa que estoy idiota y que no entiendo. De nuevo no confías en mí, la vez anterior pasó exactamente lo mismo, me escondiste cosas, dejaste que pensara lo peor y después pasó lo de tu papá, ahora me ocultas todo y piensas que por venir a contarme la verdad después de 1 maldito mes, todo va a estar de maravilla, pues no es así Alejandro. Una vez más me demuestras que para ti solo soy la niña a la que vas a ver a su casa, la besas, la tocas y ya.

—¡No maldita sea! No eres solo eso, pero no sabía cómo manejar la situación con todo lo que estaba pasando a la vez.

—Estas dejando que tus problemas nos afecten, porque no confías en mí, me dejas de hablar y esperas que con eso yo entienda que algo anda mal, pero si no me dices que es exactamente lo que anda mal, me haces pensar cosas que no son.

—¿Que es lo que pensaste?

—Creí que habías conocido a alguien — noté como se tensó — quizás de tu edad, en tu trabajo, y no te atrevías a decirme la verdad, yo note el maquillaje aquella vez, así que no fue difícil pensar en esa posibilidad. — no dijo nada— Dime una cosa Alejandro ¿Estás conciendo a alguien?

—¡No! — gritó a la defensiva.

—Entonces ¿por qué te tensaste cuando lo mencioné?

—No es por eso, es solo que... No puedo decirte. — se rascó la cabeza dudoso.

—¡Aquí vamos de nuevo! a ocultarme cosas. Estoy fastidiada de eso Alejandro, si no piensas decirme la verdad mejor vete. No tiene caso que vengas aquí a decirme que me dirás la verdad y cuando te pregunto, me digas que no puedes decirme.

—Sí quiero decirte pero, no puedo, si lo hago, esto — nos señaló a ambos—ya no sería igual.

—Eso solo significa una cosa, hiciste algo muy malo y lo sabes, por eso no tienes el valor de decirme y afrontar las consecuencias. Mejor ya vete por favor, no tiene caso que sigas hablando, adiós, nos vemos cuando tengas el valor de decir la verdad. — lo dejé solo afuera y me metí.