Un Amor Adolescente

34, Amairani

     Adara

Mañana inicia mi último año, no sé qué pase con mi relación, estamos como en una montaña rusa, a veces todo parece perfecto y otros días quiero matarlo, luego estoy a nada de hacerlo con él, y después saca algún comentario incorrecto en el momento menos adecuado y lo arruina todo.

Pero ¿quién dijo que las relaciones son  todo amor y todo felicidad?. Todas las parejas pelean ¿no? Y más con una diferencia de edad de 7 años, yo apenas estoy por terminar la prepa y él ya es un adulto con un trabajo y responsabilidades mayores.

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—Hola estúpida me tienes muy olvidada, seguro estas en la cama con tu nuevo novio por eso no te dignas a mandarme un mensaje.— bromee con Ama.

—Jajaja, no es eso, cuando te fuiste a Jalisco, terminé en el hospital otra vez, ya sabes la descompensada que me da cuando ando en mis días.

—Y ¿como te sientes ahora? Este mes no te dio hemorragia.

—Este mes no afortunadamente, aunque tengo algo que platicarte, es importante así que prefiero hacerlo de frente, iré hoy a tu casa, ¿estarás?

—Sí, aquí te veo, adiós.

¿Que será eso que me quiere platicar Ama? Es muy raro que ella hable serio, estoy algo preocupada por ella, tendré que esperar a que llegue para saber.

2 horas después...

—El mes pasado empecé a sentir dolor en el vientre, imaginé que era dolor menstrual, así que me puse una toalla sanitaria por si las dudas, en la noche el dolor fue más intenso y me salía mucha sangre, por lo tanto mi mamá me llevó a urgencias. Estando ahí me dijeron que tenía una hemorragia, lo que no me sorprendió porque es un problema que tengo desde los 13 que empecé a menstruar.

—¿Osea que te salió más sangre de la que siempre te sale cuando te dan las hemorragias? ¡Ay Ama! Imagino lo espantada que estabas.

—La verdad sí, esta vez me espantó la cantidad de sangre y que el dolor era más insoportable, en seguida me hicieron una revisión, y me metieron a un cuarto con muchas máquinas que no se para qué sirven. Al día siguiente el doctor le dió mis resultados a mi mamá — se quedó pensativa y triste.

—Tranquila, sabes que cuentas conmigo, si quieres mas tiempo para decírmelo está bien.

—Dijo que no voy a poder tener hijos — lloró— mi útero está poco desarrollado, lo que significa que es muy pequeño y está débil, es por eso que aunque tuve sexo muchas veces con Daniel sin protección, nunca quedé embarazada. Y yo que pensé que era por mi buena suerte —bromeó un poco.

—Lo siento mucho Ama, yo sé cuanto anhelas casarte y tener hijos. ¿No te han dado alguna solución?

—La única solución que me dan es que haga una inseminación artificial, con tratamientos super caros y tardan mucho en hacer efecto, aparte que no podría hacerlo hasta después de 3 meses de estar medicándome para fortalecer todo mi aparato reproductor. Así que tendría que empezar desde ahorita a medicarme para empezar a fortalecer mis ovarios y el útero si quiero resultados a una edad corta, entre más tarde empiece, más complicada sería la situación.

—¿Has hablado con Isaias de eso? ¿Qué te ha dicho sobre el tema?

—Él dice que me ama y que quiere casarse conmigo en cuanto sea posible, yo estoy por cumplir los 18 así que podríamos hacerlo en cualquier momento, me dijo que no piensa dejarme sola en este proceso.

—Me da gusto que tengas a un buen hombre a tu lado, que quiera acompañarte en ese proceso tan largo y delicado.

—Ahora te tengo una mala noticia.

—¿Qué esa no era la mala noticia?

—No, tu sabes que mi mamá no gana mucho en su trabajo, así que ya no puede pagarme los estudios, a parte ahora con mi problema tendríamos que estar gastando mucho dinero en medicamentos, y mi madrina que vive en otra ciudad me dijo que ella me da trabajo de niñera, me pagaría bien y yo podría estar llevando mi tratamiento tranquila, así que acepté. Isaias se quedará trabajando para apoyarme y ahorrar para casarnos. Vendré cada que pueda.

—¿Me estás diciendo que debo despedirme de tí? —pregunté con lágrimas bajando por mis mejillas.

—Sí estúpida eso estoy diciendo —me abrazó tan fuerte, como si no quisiera soltarme— te voy a extrañar.

—Y yo a ti loca.

—Me da miedo morir —se empezó a reír.

—¿Por qué dices eso?— me pareció extraño que dijera algo así mientras se ríe.

—¿No siempre dices que te debo la vida porque sin tí yo no sabría ni respirar? Pues por eso tengo miedo.

Soltamos la risa al mismo tiempo mientras salían más lágrimas de nuestros ojos, parecíamos dos locas riendo y llorando. Tuve que asimilar en un corto tiempo, que ya no iba a tener a mi amiga, que está en una situación delicada y que probablemente no funcione el tratamiento y solo la lastime más, pero no lo sabrá si no lo hace. La voy a extrañar tanto.

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Es difícil tener que despedirte de una persona tan cercana a ti.

El Vínculo con una mejor amiga, no se compara con nada.

¿Quién es la Amairani de sus vidas?