Un Amor Adolescente

26, El Invitado

      Adara

Mi mamá ha estado insistiendo en que deje a Ale que venga a verme.
He estado pensando en lo que debo hacer, después de hablar con mi hermana despejé un poco mis dudas, ahora estoy más segura de darme esa oportunidad aunque aún sigo pensando que no nos va a durar la felicidad por mucho tiempo.
Espero equivocarme.

—Hola mamita -la abracé por atrás poniendo mi rostro en su hombro- ¿que hace?.

—Terminando de hacer la comida, hoy viene tu papi más temprano.

—Pero está haciendo mucha comida, va a tener fiesta y no me avisó ¿o que?

—No, solo vamos a tener un invitado especial.

—¿Que tan especial?

— Algo, más o menos, lo sabrás cuando llegue, así que bañate y ponte bonita.

—Si usted lo dice, entonces adiós, voy a buscar que me pondré.

Se está comportando muy sospechosa, creo que le preguntaré a mi hermana Brenda si sabe quien viene.

—Hola tú, -saludé - ¿qué haces?

—Terminando mi tarea, después iré a bañarme.

—¿Sabes quien va a venir a comer?

—Sí, -fue lo único que dijo.

—Pues ¿quién?

—Tú solo preguntaste que si sabía y dije que sí.

— Sigues sin decirme quién viene, estás evitando mi pregunta.

— ¿Quién está evitando tus preguntas? Estás loca.

—Sigues sin responder -dije ya algo molesta- ¿vas a decirme o no?

—No, y ya vete que no me dejas terminar mi tarea.

Ésta loca, ¿qué se cree para correrme?
Y lo peor es que sigo sin saber quién viene, ya estoy empezando a creer que viene el presidente, ¿por qué tanto secreto?
Sea quien sea de todos modos me voy a bañar, ya sabre cuando venga el famosisimo invitado especial.

Son las 4 de la tarde, mi papá llamó para avisar que viene en camino, se escuchó alguien tocar la puerta, y mi mamá me mandó a abrir...

—Hola pequeña...

Sinceramente no esperaba verlo, no hasta procesar lo que de verdad siento.

—Ho... Hola tú -traté de sonar como si verlo no hiciera que mi corazón quisiera salir de mi pecho- no sabía que venías.

—Le pedí a tu mamá que no te dijera.

—¿Por qué?

— Quería sorprenderte, necesitaba verte, - me abrazó y me dio un beso en la frente.

No esperaba su abrazo, pero la verdad, si lo necesitaba, no lo sabía hasta que estuve en sus brazos. Y debo decir que me agradó la sensación de sentir su calor.

—También necesitaba estar contigo - susurre y respondí su abrazo, mientras cerré los ojos, necesitaba sentirlo.

—Te escuché -dijo con una voz dulce y me apretó hacia él-  no te imaginas cuánto deseaba tenerte así.

Nos quedamos en la entrada de mi casa, abrazos por mucho tiempo, hasta que escuchamos...

—Ya estuvieron así mucho tiempo ¿no creen?

Era mi papá, en ese momento sentí un frío que recorrió mi espalda, no sabía si lo dijo enojado, si lo va a correr o si solo lo dijo para poder entrar y saludar.

—Don Julián, buenas tardes, un gusto verlo. -saludo de mano a mi papá.

—Hola hijo, pasen es hora de comer, imagino que ya me esperaron mucho tiempo, y yo también tengo hambre.

—Acabo de llegar, no se preocupe.

—Bueno, entremos.

—Hijo, que gusto verte -saludó mi mamá guiñandole un ojo.

—Buenas tardes, gracias por la invitación.

Así que fue mi mamá la que lo invitó, con razón estaba tan misteriosa y Brenda sabía y no quiso decirme.

—Osea que tú eres el "invitado especial" -lo mire acusadoramente.

—¿Te molesta que este aquí mi niña?

—No dije eso, solo que no quisieron decirme quién venía.

—Pasemos a la mesa -interrumpió mi papá.

Comenzamos a comer, platicamos de todo un poco, mis papás platicaban alegremente con Ale, preguntaban sobre su trabajo, de cómo estaban tomando la pérdida de su papá, etc.
De repente escucho a Ale decir...

—Don Julián, Ady ya es más grande que la primera vez que entre a su casa, quiero preguntarle, si Ady me da la oportunidad ¿me daría permiso de ser su novio?

Casi me ahogo con la comida al escucharlo, no esperaba que tan rápido quisiera pedir permiso, lo que más me sorprendió fue que, no hemos hablado sobre eso, no me ha preguntado si quiero regresar con él, sin embargo escuchar la seguridad con la que lo dijo, hizo que quisiera escuchar a mi papá decir que si.