La tensión que tenía Horacio se sentía por todo el lugar, dando vueltas, sin decir absolutamente nada.
- Mago me estas asustando – el rubio se mantenía sentado, había llegado por solicitud del de cresta, pero no entendía que pasaba.
En la habitación, solo estaban ellos dos, el agente había considerado decirle la verdad primero a Dante, tomaría su reacción como ejemplo para saber cómo proceder con los demás, o si acaso lo haría.
Estuvo bastante seguro de que lo correcto era decirle, cuando días antes habló del tema con Volkov, pero en ese momento, no estaba tan seguro. A pesar de los sentimientos que haya desarrollado por aquel grupo, el cual consideraba una familia, no podía hacer caso omiso a que los había engañado y de la peor forma. Pero debía decirles, tenían que estar preparados para lo que se venía.
- Escucha – comenzó deteniéndose frente a su amigo – simplemente te pido que escuches, que no te alteres con lo que vas a oír – sabía que su petición era poco razonable.
- Realmente me estas asustando – dijo Dante por lo bajo, viendo como el de cresta en realidad estaba sumido en sí mismo y demostraba un nerviosismo el cual nunca antes había visto.
- Lo que te voy a decir –continuó – lo pensé mucho, y si te lo digo es porque confío en ti, y me preocupas, todos me preocupan – aclaró, se mantenía parado en el mismo lugar mientras Dante lo observaba – no soy quien realmente digo ser – el rubio resopló, eso ya lo sabía – no soy ni Axel, ni Renato y tampoco soy el Mago, mi nombre es Horacio – hizo una pausa ante aquella revelación, esperando la reacción del otro.
- ¿Es eso? Pero ya habíamos hablado de esto, sabemos que tu identidad es otra, ¿te llamas Horacio? Pues me alegro Mago...
- Soy del FBI – soltó, no era así como pensaba revelarlo, pero ya estaba hecho
Dante quedo estupefacto ante aquello, las palabras habían quedado atoradas en su garganta ¿acaso había oído bien?
- ¿Qué has dicho? – Horacio suspiró al tener que repetirlo.
- He dicho, que soy del FBI.
Sin emitir palabra, el rubio se levanto rápidamente, estampando su puño en la mejilla izquierda del agente, haciendo que este trastabillara por el golpe.
- ¿Qué carajos es eso de que eres del FBI? – gritó - ¿es esto una broma? – se llevó las manos a la cabeza tirando de sus cabellos y respirando agitadamente – me cago en la puta.
- Déjame explicarte – el agente acariciaba su mejilla golpeada, tratando de mitigar el dolor – por favor – suplicó – déjame hacerlo.
Su amigo lo observó, se encontraba enojado, no sabía que le dolía más, si la mentira de quien era realmente o que habían sido usados, porque estaba seguro de que si Horacio, como decía que se llamaba, se había hecho su amigo, no era precisamente porque le cayera bien.
Trató de calmarse respirando lentamente, lo escucharía, tenía derecho a saber por qué había sido utilizado, pero luego todo acabaría, no tenía pensado hacerle daño, pero se veía en la obligación de comentarlo al resto de la organización, y no sabía que harían ellos. Eso, si el federal lo dejaba salir vivo de allí, no se le olvidaba que estaba en su casa.
- Bien – volvió a sentarse – te escucho.
El agente pudo calmarse un poco con aquellas palabras, al menos lo escucharía. Jamás se esperó esa reacción por parte del rubio, Dante nunca le había pegado y lo había provocado varias veces para que lo hiciese.
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Volkacio Valentine
RomanceFantasmas del pasado que vuelven. Horacio no esperaba volver a encontrarse con la persona que consideraba fue el amor de su vida. Ya había superado esa etapa, al menos eso creía. La vuelta de Volkov significa un choque para ambos. ¿Podrán superar...