Un día, solo un día y sería la cita con Minying, ¡con la chica que tendría el beso más especial de mi vida!
Había esperado tanto tiempo por esto, dos meses de visitas, de tomar café tras café y enfermarme luego, de buscar a seo a su casa para tomar uno de los café que ella hacía.
Sólo 24 horas, y estaría en la punta más alta de él centro de juegos, con Minying a mi lado, sonriente, mientras soltamos risas y escuchamos taeyeon de fondo.
Tenía mi playlist lista para el día siguiente, tenía todo preparado.
Mañana sería porfin el día más especial de mi vida, mi primer beso. Tanto tiempo esperando por esto, tanto tiempo queríendo saber como sería, y porfin mañana, sabría que se siente.
La puerta sonó tras de mi, ella ya estaba aquí.
Camine a pasos rápidos a la puerta, antes de abrirla acomode por última vez mi cabello, sentía que debía estar perfecto hoy.
Hoy, la simulación de la mejor cita.
Quedé nublado al ver a Seo, su cabello estaba tomado en un moño bajo, tenía un vestido blanco con flores rosa, le quedaba absolutamente perfecto. Casi y sentía como mi respiración se perdía, no podría expresar la sensacion que sentí en mi pecho, tal y como si un toro golpeara mi piel desde adentro.
- ¿Vamos? -dijo, mostrando su pequeña sonrisa.
Asentí aún en mi estado de shoock, reaccionando en cuanto comenzó a caminar a pasos avanzados, alejándose de mi, cerré la puerta rapidamente y corrí tras ella, sintiendome nervioso hasta de intentar tocarla.
Suspire, no había podido pegar un ojo en toda la noche, los nervios me habían estado confundiendo, y todo el tiempo tenía que repetirme a mi mismo que solo era una simulación, hoy no sería la cita con la gran MinYing.
- dormí bien, algo incómodo...-resople evitando mirarle. - pero bien.
Sonrió dulcemente, me hizo sentir algo relajado. Como siempre iríamos en metro, ninguno de los dos tenía más ganas de aprender a conducir.
- ¿estás nervioso por mañana? - dijo, parando en seco al ver las puertas del metro frente a nosotros.
- Algo, pensé que lo estaría más. - Murmure, mirando hacia otros lados.
SeoYoung siempre me hacia sentir tranquilo, sin embargo no podía estarlo ese día, era una simulación y ya con mi mejor amiga.
De todos modos, mi corazón latía cada vez más rápido al estar a su lado.
Al entrar nos sentamos juntos, como siempre ella en lado de la ventana, le gustaba ver las luces bajo tierra, gustos raros de SeoYoung. Le mire de reojo, viendo como sus ojos se iluminaban con la luz directo en ellos, mientras en sus labios tenía una pequeña sonrisa. Adorable, adorable SeoYoung.
En mi audífono izquierdo comenzó a reproducirse Starlight de Taeyeon, pude ver justamente como la sonrisa en sus labios se ensanchaba más.
<3
Eran ya las 18:00 de la tarde cuando habíamos llegado, el día se estaba oscureciendo lentamente pintando el cielo de colores morados y rosados, mientras en los parlantes de él parque se reproducía Kiss And Make Up. Habían gritos y niños llorando, un olor a dulce y palomitas a nuestro lado, creo que sería una buena falsa cita.
- creo que el metro hizo que me duela la cabeza. - murmure sintiendo cada vez la música más fuerte.
Tomó mi mano y me llevó con lentitud a un lugar donde la música no fuera tan fuerte. Nos dirían agua fiestas o algo, digo, ¿quien va al parque de juegos a alejarse de todos?
Nosotros.
- traje tus dulces favoritos. -dijo sacando unas bolsas de su mochila.
Sonreí, parecía tener todo controlado.
- gracias. - susurre. - ¿no te aburre estar aquí? digo, veníamos a un parque pero terminamos frente a un carrusel.
- Vine a ayudarte, tae. - suspiro.
Apreté mis labios, era cierto, ella no venía a tener una cita conmigo, sin embargo, se sentía como una, aunque lleváramos tan solo unos minutos.
- si. -dije. - no creo que valla bien la cita de mañana. - suspiré.
Volteo rápidamente a verme quitando la vista del carrusel.
- ¿Porqué? ¿Qué podría salir mal? - preguntó sosteniendo us brazos en la rejilla.
- No estoy tan seguro, digo, talvez ella no me gus...
No pude seguir, SeoYoung salió corriendo como una niña al asiento desocupado de él carrusel, un pequeño caballo blanco con cabellera negra. No me podía enojar, se veía tan adorable sentada sobre el, con ambas manos a sus lados y con una sonrisa gigante en su rostro, además, sus ojos brillantes mirándome, me podían más.
El juego comenzó a andar con ella encima y demás niños menores de diez años, hiba relativamente lento para mi gusto, sin embargo ella seguía con la sonrisa más grande que podía tener.
Si no conociera su gusto por el carrusel, pensaría que estaba loca.
Una vuelta más y ya nuevamente podía verla, pero, me quedé perdido, viendo con detenimiento cada centímetro en ella, viendo cómo su piel relucia tras las luces, como sus ojos tenían ese destello único, como su risa se escuchaba hasta donde estaba yo, como levantaba sus brazos y parecía estar disfrutandolo.
Mi corazón comenzó a latir con más fuerza, mientras sentí mi pulso aumentar, sentí mi rostro arder por la inmensa sonrisa que llevaba encima, me sentí en paz por primera vez en el día.
Sólo podía verla a ella, ignoraba a cada persona que pasaba por delante mío, o los niños gritones tras ella, solo podía fijarme en su sonrisa.
Oh SeoYoung, que es este cosquilleo que siento al verte.
- ¿Taeyoung?
Mire hacia abajo, viendo como la pequeña Seo tenía una ceja alzada, ¿en que momento se había bajado?
- e - em ¿sí? - susurre.
- ¿Vamos a otro lado? - río levemente.
Asentí apenas pude y tomé su mano, una mano cálida que me hacía perder el frío de la noche.
SeoYoung, porque tengo que sentirme así hoy por ti.
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