— ¿de verdad me veo lindo? — camine hacia delante, haciendo unas rápidas poses.
— muy lindo. — sonrió levantándose de su lugar.
Mis piernas temblaron levemente al tenerla tan cerca, jamás me había pasado algo como eso, y menos con SeoYoung.
— creo que estoy enfermo, seo. — Murmure colocando una mano sobre mi frente.
— entonces paguemos y vamos a casa. — sonrió y dio pequeños golpes en mi espalda, dejándome nuevamente encerrado en el cambiador.
Si a SeoYoung le gustaba como me veía , con eso solo bastaba.
— ¿Tienes hambre? Podríamos comer aquí y luego irnos. — dije mirandole.
Asintió y tome su mano nuevamente, jalandola con cuidado hasta una tienda de comida rápida.
SeoYoung ya se veía algo cansada, por lo que la lleve hasta una mesa y me marche a pedir su comida, conocía bien a Seo, claro que sabía que era lo que quería comer.
Había un tipo de telepatía en ambos, o talvez sólo era que nos conocíamos realmente bien.
Camine con la bandeja entre mis manos, viendo como se quedaba dormida sobre sus brazos, con su boca abierta y pelo sobre la cara.
Adorable Adorable Adorable.
Sonreí levemente y di pequeños golpes con mis dedos en su frente, logrando que esta se moviese y pareciera reaccionar, abriendo con cuidado sus ojos.
Sus lindos ojos color negro.
Me quedé hipnotizado mirándole, observandola en su estado de confusión, mirando hacia todos lados con sus ojos pequeños y sus manos bajo su rostro, mientras unos cabellos se resfalaban por su rostro.
¿Porque antes no la había visto así?
—huele bien. — dijo ella, logrando sacarme de mi trance y dejar la bandeja sobre la mesa.
— pedí lo que te gusta. — dije.
Sonrió nuevamente, tomando entre sus dedos una de las papas, nuevamente quedé hipnotizado y confundido del porque se veía tan bien haciendo cualquier cosa.
Serim tenía sue..... muchísima suerte.
Nuevamente sentí una punzada en el pecho, doloroso, esta vez no lo encubrí y puse una de mis manos allí.
— ¿Sucede algo, taeyoung? —dijo, levantándose de su lugar.
— estoy bien, solo me duele un poco. —sonreí sovando con cuidado mi pecho.
¿Qué era lo que me pasaba? ¿Porque me dolía el pecho al pensar en serim? ¿Porque me dolía el pecho al ver a Seo?
Talvez debería ir al doctor antes de juntarme con Min.
Me acomodé mejor en mi asiento y tome una de sus papitas, lanzandola rápidamente a mi boca.
— ¿Estás nervioso? — preguntó sin mirarme.
Levante la cabeza y asentí con cuidado, no podía decirle que en realidad dolía mucho mi pecho, me llevaría corriendo al hospital. Ya no sentía nervios por mi cita, por algún motivo quería que pasase rápido la junta con Minying.
— ¿Estabas nerviosa en tu primera cita con Serim? — pregunté.
Algo dentro de mí se arrepentía de preguntarlo, y otro lado de mi quería escuchar que tal había salido.
— Algo, conocía a serim ya de antes. — dijo, volviendo su mirada a sus pies. — de todos modos, estaba nerviosa.
Asentí no sintiendome convencido de su respuesta, pero por algún motivo aliviado de que no explicase más.
No podía imaginarla en una cita.
— Mañana es el último día, ¿puedo ir a tu casa? — dije.
Me miró por unos segundos y luego asintió, volviendo a morder una de las papitas.
— ¿Mañana que quieres hacer? — dijo, sacando el celular de su bolsillo.
— Mañana iremos al mismo lugar de la cita, ¿te parece, seo? —intente verle el rostro, dando un sorbo a mi bebida.
Dejó su celular y volvió a mirarme sonriente. ¡Dios, SeoYoung! como puedes estar tan feliz en estos momentos.....
Mientras yo estoy tan confundido.
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