Quedaba menos tiempo, solo tres días y no me sentía mentalmente preparado para poder verle. Y menos para poder besarla.
¿Sería muy pronto besarla en la primera cita?....en las películas de adolescentes siempre se besaban en cuanto se veían, sin apenas conocerse. ¿Debía ser así? Dios, SeoYoung necesito de tu ayuda ahora mismo.
Abrí lentamente mis ojos sintiendo la molestia de la luz, había dejado las cortinas abiertas el día pasado, un idiota. Busque sobre la cama con mis manos mi celular, sonriendo al encontrarlo a mi lado, necesitaba ver a SeoYoung ahora mismo.
Lo encendí y rápidamente la llamé, era temprano, pero SeoYoung casi no dormía, supuse que estaría despierta.
— ¿que quieres? —sentí su voz clara y firme, recién eran las siete de la mañana y parecía que se había levantado hace horas.
— Buenos días, ¿crees que podríamos juntarnos? —dije rascando mi ojo.
Hubo un pequeño silencio de él otro lado de la línea, aclare mi voz intentando llamar su atención, y justo en el momento que hiba a hablar, resoplo sobre el micrófono.
— Claro, ¿dónde? — murmuró.
Sonreí en grande y me levante de mi cama, colocando mis suaves pantuflas de pato en mis pies.
— vamos al cine, quiero palomitas. — dije, lamiendo una y otra vez mis labios.
— nos vemos ahí, supongo.
Sonreí y lancé el celular a la cama, volteando a bañarme, no saldría en mi pijamas de obeja a la calle.
Revise mi peinando una vez más antes de salir por la puerta de mi casa, viendo a la pequeña SeoYoung enterrada en su celular, pareciendo concentrada en algo.
— ¿que haces? — dije sentandome a su lado.
Me miró y apago su celular, guardandolo en el bolsillo de su chaqueta.
— hablaba con serim, y ya. —dijo.
Sonreí levemente, serim y seoyoung avanzaban bastante lento a mi parecer.
— ¿van a salir? —pregunté mejorando el nudo en mis zapatos.
— por el momento no, ambos estamos ocupados. — murmuró, viendo la pared detrás suya.
Al terminar me levante de mi lugar, estirando mi mano para que ella la tomase.
— espero todo salga bien, serim sería un tonto al perderte. — dije, sonriendole.
Seoyoung nuevamente sonrió, pero algo en sus ojos decía que no le alegraba, bajo la mirada algo avergonzada.
— talvez lo sería. —susurró.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.