Había tomado un tipo de horario a ir a esa cafetería, pero no solo, siempre debía ir con SeoYoung.
— ¡si quieres hablarle hazlo! ¡llevamos dos semanas viniendo acá y aun no haces nada! — dijo ella, tomando con fuerza su vaso de café helado.
— silencio, pronto lo haré. — respondí.
Nisiquiera sabía si algún día le hablaría, era bueno comenzando a hablar con personas nuevas, pero nunca lo había intentado con una chica, y menos con una chica que me gustase.
— hazlo ya, terminaré odiando el café.
Pasaron los minutos y seguíamos pidiendo café por café, tanto café había echo que mi estomago comenzará a doler y a quemar de una forma increíble, pero cada minuto valia la pena, solo verla hacer cualquier cosa me hacía feliz.
— Si es que le hablo, ¿qué debería decirle? — la mire.
— No lo sé, talvez podrías preguntarle como se llama, digo yo. — respondió con ironía, mirándola a mi misma vez.
— Si te gustara alguien, ¿que tema sacarías para hablar?
Pensó por unos instantes acomodando su cabeza sobre la palma de su mano.
— Si escuchó el nuevo álbum de taeyeon, eso puede decir mucho de una persona. — respondió con simpleza, pasando la bombilla por sus labios.
Suspiré, con rapidez voltee nuevamente a verle, estaba atendiendo a un chico con una gran sonrisa, decir que sentí algo de celos sería mentira, estaba más que celoso por la forma en la que compartían.
— hoy la invitaré a salir.
Pasaron los segundos, minutos y horas, faltaban tan solo dos horas para que el día acabase y ya estaba yo fuera de la cafetería, con mi numero anotado en un papel, con mi cabello algo arreglado y con un perfume recién comprado.
— me veo bien, ¿no? —pregunté.
Y claro, con SeoYoung unos pasos tras de mi.
— siempre te vez bien, taeyoung.
Sonreí involuntariamente y acomode por última vez mi cabello, hoy intentaría hablar con ella.
El plan comenzaba en cuanto ella saliera de la cafetería, en ese momento me acercaría e intentaría mantener una conversación, corta, pero sería una conversación.
Apreté con algo de fuerza el papel en mi mano cuando vi que la castaña salía de su trabajo. Solté con fuerza el aire que tenía retenido y me acerque a pasos determinados hacia ella.
— ¡Hola! Me llamo Taeyoung. — dije rápidamente, extendiendo mi mano.
La chica me miró algo raro por unos segundos, pero luego acerco su mano a la mía, sacudiendo de ambas.
— me llamó minying, un gusto. — sonrió.
¡Lo había logrado!¡Me había presentado y estaba tomando su mano!
— es un poco tarde, supongo que mañana vendrás nuevamente. — dijo ella, dejando a la vista los frenillos en sus dientes.
Asentí rápidamente, pero antes de que diese un paso más, tomé con cuidado su ante brazo.
— ten, podríamos hablar, si quieres. — le acerque el papelillo.
Ella lo tomó y abrió de él, dejándome ver como la tinta que tenían los números escritos dentro de él se había corrido.
La chica soltó una pequeña risa para poder verme por última vez.
— puedo escribirlo nuevamente. — dije nervioso, sacando una hoja de mi bolsillo.
— tranquilo, se entiende perfecto los números. — dijo sonriente.
Su sonrisa fue contagiosa y ya me encontraba sonriendole.
La chica volteó y siguió su camino, me quedé allí por unos segundos viendo cómo se hiba, pero una corriente de aire me hizo tapar mis brazos instantáneamente.
Y allí recordé, volteé a verle y a ahí estaba, tapando como podía sus brazos con sus manos.
Me acerque a pasos rápidos a ella, quitándome la chaqueta al tenerla frente a mi.
Solté una pequeña risa mientras negaba con la cabeza.
— le di mi número, es un gran paso, ¿no?
— Claro que sí. — sonrió.
Comenzamos a caminar en dirección a su casa, intentando ocultar el frío que teníamos. Justo había comenzado a nevar y eso hacía que más frío nos diese.
— y bien, ¿escuchaste el nuevo álbum de taeyeon? —preguntó.
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