El director estaba apoyado en la baranda del segundo piso de la galería. Le gustaba verlas a todas como hormigas caminando desde arriba, a veces imaginaba que las pisaba y le divertía la sola idea. Zulema lo vió y vino caminando hasta apoyarse en la misma baranda, pero a dos metros de distancia de él. Ambos eran conscientes de que un nuevo nivel de poder había sido alcanzado por ella... Ahora ambos miraban hacia abajo, observando a las reclusas ir y venir.
- No pierdes el tiempo- Dijo él.
- Nunca - Si había algo que podía agradecerle a Malek era haberla sacado del letargo en el que venía sumergida... De la nada su vida volvía a ser emocionante y se lo debía a él, le gustara o no - He escuchado por los pasillos que hablan de ti. Las reclusas le temen más a tu bastón que a ti-
Malek entrecerró los ojos, había dos opciones: 1. O Zulema le decía todo eso para joderlo y enterrarle un alicate en el ojo tan pronto bajara la guardia o 2. Aprovecharía esa nueva corriente de poder que había ganado el día anterior con sus pezones erectos para iniciar una especie de alianza que le convenía más a ella que a él.
- ¿Y me dices todo esto para...?-
- Para que entiendas que la muerte es la solución a todo - Volteó a mirarlo.
Zulema no nombró a nadie, pero Malek entendió de inmediato y le encantaba la idea. Un nombre que si desaparecía iba a aliviar muchos de los males que se gestaban en Cruz del Norte. Al bajar e ir a su celda, Zulema se encontró con Saray ahí dentro, mirando lejos por la ventanita rejada y difusa que tenían. La gitana negaba con la cabeza, Zulema sabía a qué venía tanto drama.
- Supéralo ya Saray -
- Es que no entiendo- Volteó a mirarla - Zule...- Bajó el tono y sonó casi a súplica - Si pudiste ayudarme a mí- Se quedó sin palabras, pero hacía muchas muecas para intentar explicar qué quería que Zule la ayudara a sacar a Rizos de aislamiento.
- No puedo -
- Venga, ¿Cómo no? Te lo estoy pidiendo por favor comadre- Se llevó la mano al pecho.
- No puedo hacer nada... ¿Que no lo ves? El alboroto fue para evitar el 3 grado y le valió mierda arrastrarte a ti. No me vengas con niñerías, venga- Se subió a su litera y puso la cabeza en la almohada.
- No son niñerías, no me jodas Zulema. Que a ti no te importa na' con tal de que tu estés bien, así como con tu hija y mira todo lo que pasó- Las últimas palabras sonaron con alto grado de desprecio.
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ODISEA
ActionOdisea será la que Zulema Zahir tendrá que atravesar cuando vea que el nuevo director de la cárcel es un antiguo amante. Ambos lucharán constantemente para establecer un dominio sobre el otro y así, sea juntos o separados, poder llevar a cabo una v...