iii
Luke atraviesa las calles desérticas, calentándose las manos a través de el material de plástico del café. Toma un pequeño sorbo y siente cómo el caliente líquido recorre su garganta y se extiende por todo su cuerpo. Apresura el paso y se adentra al hospital. Marca de memoria el piso correspondiente y se apoya en la fría barra de metal tarareando una melodía al azar para distraerse de el leve mareo que aturdía su cabeza. Llega al piso correspondiente y toma lo que queda del café antes de adentrarse a la sala de cuidados intensivos.
Algunas enfermeras le sonrieron en el camino y él simplemente miró a la suela de sus desgastados zapatos de imitación. Luke no era para nada sociable, siempre estaba inmerso en su pequeño mundo. Y a lo largo de sus diecisiete años de su vida había sido el conejillo de indias de una infinita cantidad de psicólogos y psiquiatras, sin éxito. Sólo podía intercambiar pocas palabras con las personas más importantes para él.
Abre con cuidado la puerta de la habitación y rápidamente se sienta en la silla justo al lado de la cama, contemplando el hombre mayor.
— Hola, abbs— musitó el chico.
Silencio
La escleriosis había destruido a Raymond Hemmings, el tutor legal de Luke. Sus padres habían muerto cuando él tenía tan solo 3 días de nacido. Su abuela posteriormente moriría al contar con 4 años y quedara al cuidado de su abuelo. Pero llegó la escleriosis, aquel monstruo el cual tenido que lidiar desde hace 5 años. La vida de Luke se resumía en sufrimiento, la culpa en que lo carcomia y refugiándose en la soledad. Todos a quien amaba, a quienes apreciaba, siempre se alejaban.
Hasta que llegó Michael Clifford.
Desde la escuela primaria, se había obsesionado con aquel chico. Siempre había sido el centro de su obsesión. Aquel chico de ojos verdes esmeralda se había convertido en su consuelo, en su ángel. Lo conocía perfectamente, sabía sus gustos y sus disgustos. Y lo que más había querido en toda su miserable vida era poder ser el centro de atención de aquellos ojos esmeraldas.
Y se había cumplido.
La chaqueta negra le quedaba gigantesca, pero para Luke era el mayor tesoro de toda su vida. Había hablado con él, le había sonreído, lo había consolado.
Y en toda su vida, no había sonreído tanto.
n/a: en esta novela, va a ser Luke Fetus bc Luke fetus es biDA.

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in my veins ☾ muke
Random❝Luke estaba en sus venas, Y Michael no lo podía evitar❞ High Raking: #856 en Fanfic