in my veins ☾ muke

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Luke cierra el libro, pasando suavemente las yemas de sus dedos por la dura tapa de ella antes de colocarlo en el suelo, amontonándolo en la pequeña pila de libros y buscando otro.

Los doctores le habían dicho a Luke que podían hacer un pequeño "experimento". Decían que quienes estaban en estado de coma, podían escuchar y reconocer voces. Y ellos creían que si Raymond escuchaba a Luke diariamente, podía dar mejorías e inclusive despertar. Pero no era tan sencillo. Luke no era el mejor conversador del mundo y definitivamente sus hazañas no eran dignas de contar. Hasta que tuvo una idea: libros. Su abuelo tenía una habitación llena de libros, cubriendo cada rincón de ella. Así que Luke se dedicaba a leerle cada día un libro distinto.

Busco su reloj de muñeca y vio la hora: las 7:00, era hora de ir a casa.

Dejó la pila de libros cuidadosamente en la mesita de noche junto con las medicinas, antes de darle un pequeño apretón a la mano inerte de su tutor y salir de la habitación. La noche era fría, tranquila, con un aura tan armonioso que al chico se le erizaron los pequeños pelillos de la nuca. Apresuró el paso, disfrutando de la soledad de las calles, saboreando el suave sonido de los grillos y de sus propios pensamientos.

Pasó junto al parque y se detuvo abruptamente al notar una figura acostada en el césped, tarareando melodías casi inaudibles y miles de lucesillas ilumbrándolo. Luke dudó por unos segundos, peleando internamente acercarse al desconocido, debatiéndose si ser una persona sensata y seguir caminando o ser un idiota y aproximarse a una persona totalmente desconocida. Decidió acercarse.

Cuando estuvo a tan sólo tres pasos y se dió cuenta de quien era, inmediatamente se sonrojó estúpidamente.

— ¿M-Michael?.— preguntó dubitativo y el aludido lo visualizó, enbozando una gigante sonrisa.

— Hola, Lukey.

Lukey.

Lukey. 

Sintió como su mente explotaba en ese momento.

—  ¿Qué haces en un parque, tirado en el suelo, a las siete de la noche?.

— ¿Por qué no debería estar en un parque, tirado en el suelo, a las siete de la noche?.

Hubo unos segundos de silencio entre los dos chicos. Uno de ellos totalmente confundido. El otro posiblemente borracho.

— Acuéstate a mi lado, Lukey. 

— Michael, estás borracho.

— ¿Y qué? Puedo haber tomado sólo unas dos botellas. Pero en verdad quiero que te acuestes a mi lado.

No podía negarse a Michael. Así que, tímida y casi penosamente, se recostó al lado de el chico, sus brazos rozándose y sus piernas dobladas ligeramente. Miro al cielo oscuro iluminado por millones y pequeñas esferas resplandecientes, como pequellas bombillas de navidad. Era tan hermoso que Luke se quedó embobado mirándolas por un rato.

— Es hermoso.

— Tú eres hermoso.— replicó Michael, ganándose que la cara de Luke pareciera Marte.— ¿Sabes Luke? El cielo nunca es el mismo, las estrellas siempre cambian de lugar, o algunas veces ni aparecen. Nadie se da cuenta, nadie toma un pequeño momento para ver el cielo. Y nadie puede ver los colores, lo matices, se pierden de el espectáculo más hermoso de el universo, todo para centrarse en la horrible humanidad. Es algo.. triste.

Luke se quedó viendo a Mike hablar, sus ojos grises fusionándose con las estrellas, fusionándose con el cielo. Y Luke no pudo dejar de pensar en lo hermoso que era.

— Te he dicho la cosa más empalagosa que se me ha podido ocurrir jamás y te quedas callado. Mi pobre corazón poeta sufre. — alzó una ceja divertido mientras que soltaba una risita. Mike bostezó ruidosamente y presionó suavemente su dedo índice en la nariz de Luke.— Deberías hacer eso más seguido, Lukey.

— ¿Qué?

— Sonreír.— sin poderlo evitar, pasó un brazo sobre los hombros de el menor y lo apretó contra sí, haciendo que miles de explosiones se formaran en su pecho, y olía su delicioso aroma peculiar, una mezcla de manzanas y colonia.

Y aunque Mike lo negara, Luke no había olido el aroma a alcohol en su cuerpo.

n/a: kk, kk, kk XD Estoy sentimental bc @TOXXICLUKE me está mandando videos de Larry y Muke y me llega al kokoro y... ay :(