xvi
Los grandes recuerdos se forman a partir de los pequeños detalles. Es por eso que Luke se despierta todas las mañanas una hora antes que el teñido, observandolo como si fuera la criatura más maravillosa del mundo. Trataba de recordar hasta el más mínimo detalle: desde la forma en que sus pestañas rozaban con delicadeza su mejilla, cuando fruncia el
entrecejo y gruñia cosas bajo su aliento. Y Luke quería recordarlo todo, cada pequeño detalle que conformaba a el teñido.Esa mañana no fue la excepción. Luke disfrutó de la sensación de la suave y blanquecina piel de Michael contra la suya y las sábanas se amoldeaban sus cuerpos desnudos, y en como los chupetones en la piel de Michael se veían como una verdadera obra de arte. Él era una obra de arte.
El teñido arrugó la nariz y ocultó su cara entre la almohada, haciendo a Luke reír.
— Y dices que yo soy el raro— gruñó el mayor, haciendo a Luke soltar una risita. La voz de Michael en las mañanas era uno de sus sonidos favoritos en el mundo.
— Somos raros juntos— se encogió de hombros. Michael apretó el brazo que tenía alrededor de su cintura, acercandolos más, y haciendo que el menor soltara un pequeño quejido. De inmediato, el mayor frunció el ceño con preocupación
—¿Te duele mucho?
— Sólo un poco— musitó, dándole una pequeña sonrisa, que el teñido le respondió gustoso.
—Sabía que serías pasivo.
— Cállate, Michael.
El silencio se apoderó de ellos, y lo disfrutaron gustosos, mientras que Michael jugaba con el cabello del menor, y Luke disfrutaba de los latidos del corazón del mayor contra su mejilla.
—¿Mike?
—¿Si, Lukey?
—¿Alguna vez piensas en... Ya sabes, el futuro?¿De lo que va a pasa después?
Michael frunció el ceño, mordisqueando la comisura de su labio y trazando patrones en la espalda desnuda del rubio.
— Algunas veces— suspiró, posando su mirada en el techo—. Es inevitable ¿no es cierto? Apruebas los exámenes, preparas la ceremonia de graduación, y en un parpadeo, estás encima de una tarima con una ridícula toga y con un birrete en tus manos. Y luego ¿Qué? Puede pasar una eternidad pensando en el futuro, y sin darte cuenta, has desperdiciado tu vida en un trabajo y carrera de mierda, atado a la vida adulta. Y en realidad no quiero eso en absoluto.
—¿Entonces qué quieres?
Centró su vista en los grandes y cristalinos ojos del pequeño rubio entre sus brazos y quitó algunos mechones sudorosos de su frente con cariño.
—Quiero dejar la escuela—respondió con voz suave—. Me he dado cuenta que no encajo allí. Quiero tocar mi guitarra; quiero recorrer el mundo y hacer sonreír a las personas con mi música. Disfrutar de los pequeños detalles, como el café en las mañanas y los primeros rayos de sol. Quiero tomar riesgos (como emborracharme o arrepentirme de un tatuaje), quiero poder equivocarme y tomar decisiones correctas. Quiero disfrutar de la vida al máximo. Sólo quiero... Vivir.
Le dio un beso en la frente al Luke, haciéndolo sonreir.
— Pero sobre todo. Lo único claro que tengo del futuro, es que no importa lo que pase, lo que me depare, lo quiero vivir contigo. Tomar tu mano, y poder besarte cuando se me antoje. Tener una gran casa. Formar una familia...
—¿T-Tener hijos?— musitó con emoción, su cara atenta a cada detalle.
— Quiero cuatro— asintió—. Cuatro angelitos de ojos azules y cabello rubio.
Luke sintió su corazón hincharse de emoción, su boca secándose y cómo sus manos sudaban.
— ¿Juntos?— musitó, sin poderselo creer.
— Tú y yo— susurró para juntar sus labios dulcemente.
Sólo eran jóvenes inexpertos, enfrentándose a un futuro cercano e incierto. Tal vez sólo eran unos niñatos enamorados e ingenuos, sin aspiraciones y atrapados en un pequeño pueblo. Y lo único cierto y real que poseían era el uno con el otro, y eso era lo único que necesitaban.
La suave llovizna sonaba suavemente por la ventana, y los chicos se sonrienron en medio del beso. Quizás esto era un comienzo.
Ya que ellos sabian que todo nace de la lluvia.

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in my veins ☾ muke
Diversos❝Luke estaba en sus venas, Y Michael no lo podía evitar❞ High Raking: #856 en Fanfic