❀¦diecinueve

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No sabía que ver a la causante de la mayor parte de sus nuevos traumas saliendo de la universidad de forma permanente iba a significar un alivio en su corazón, una paz mental que quizás nunca tuvo desde el momento en que YoonGi le dijo que ella lo sabía.

¿Lo mejor? Es que la razón, la mayor razón por la que le daba miedo que ese pequeño secreto se descubiera estaba a su lado, tomando de su mano con fuerza como lo había hecho en todo ese recorrido tan difícil.

— Te dije que todo estaría bien, JungKookie — susurró en bajo y el azabache le miró con ojos llorosos, una curvatura formándose en sus labios que estaban algo lastimados por las veces en que los había mordido anteriormente.

Tras aquel pequeño intercambio de miradas que habían tenido, JungKook fue quien tomó la iniciativa en esa ocasión, rodeando el torso del alfa y hundiendo su rostro en su pecho, su cuerpo empezando a sacudirse entre el llanto que dejaba salir.

Todo había acabado. Todo había terminado y podía volver a su vida tranquila, sin miedos de vuelta.

Solo tenía dos cosas por hacer para poder cerrar esa complicada etapa donde la timidez había sido su peor acompañante y causante inconsciente de todas esas malas experiencias.

— Hyung... Gracias por estar conmigo — murmuró con su voz afectada por el reciente llanto.

TaeHyung sonrió un poco, JungKook estaba dejando salir lo que sentía con él y era de lo mejor que le había pasado. Tomó sus rojizas mejillas y apegó sus labios a la frente del omega — Te dije que iba a ayudarte y te iba a hacerte dar cuenta que no solo tienes a YoonGi y SeokJin contigo — habló suave obsequiandole una sonrisa sincera sin mostrar sus dientes — Siempre he estado contigo, JungKookie, tú solo no te terminabas de acercar.

Y JungKook dejó salir más lágrimas pero esta vez, reflejando la sonrisa de TaeHyung en sus propios labios. Se sentía tan tranquilo, se sentía tan seguro entre sus brazos con ese olor a canela embrigando sus sentidos. No se había equivocado en haberse enamorado de ese alfa.

En ningún otro lugar se iba a sentir tan seguro y tranquilo como en los brazos de TaeHyung.

—Todo estará bien... —pronunció el de cabellera oscura dejándose hacer por los pulgares de TaeHyung que apartaban su lágrimas que seguían bajando por sus rojizos pómulos.

🍥🍥🍥

Habían pasado un par de días y ese era el último día de turno que tenía en el local. Mordisqueo su labio inferior en cualto volteó el cartel de la puerta para indicar que estaba cerrado.

No iba a mentir al decir que los cuatro días que estuvo trabajando no tuvo miedo o no tuvo recuerdos pasando por su cabeza. Todo seguía demasiado fresco y aunque trabajar en aquel lugar nunca fue de sus cosas favoritas, ahora era peor.

Se sentía como el lugar causante de todas sus desgracias durante semanas y meses, se sentía abrumado siempre estando ahí, además que los supresores le empezaban a hacer algo de daño a su omega interior. Simplemente ya no podía más.

"¿Listo? Porque nosotros ya vamos para allá"

Recibió aquel mensaje de parte de YoonGi y dejó salir un suspiro mientras caminaba hasta la puerta de la oficina donde milagrosamente estaba su tío.

"Si, en un momento voy a salir, hyung."

Sin más, guardó el teléfono en uno de los bolsillos del vestido. Ese día les había tocado un divertido vestido de maid con orejas de gato, era gracioso ver a Lalisa con su cara de pocos amigos mientras estaba vestida de esa forma.

Y quizás no era la mejor vestimenta para hablar con su tío que también es el jefe pero ya no le daba tiempo para cambiarse antes de su acompañante de esa noche llegara.

Tocó un par de veces la puerta y escuchó la voz de su tío indicándole que podía pasar — ¡Kookie, pequeño adorable! — le saludo con entusiasmo el mayor mientras extendía sus brazos — Qué te trae por aquí ¿Vienes a despedirte antes de ir a casa? Aprovecha que hoy soy yo quien se encargará de cerrar — le dijo bajando sus brazos para luego tomar un cigarrillo de los que habían en el escritorio — Toma asiento, supongo que vienes para hablar de algo serio.

El azabache relamio sus labios y llevó uno de sus mechones tras su oreja, mordiendo su mejilla interior. Estaba nervioso como era normal en él, no sabía cómo es que su tío le había considerado para tener ese trabajo con esa personalidad tan introvertida que tenía pero era lo de menos en esos momentos.

— B-Bien, si quería hablar de algo serio — inició en voz baja y del bolsillo de su vestido sacó el sobre que contenía una carta formal de renuncia — E-Está es mi renuncia después de todos los percances que he tenido en este lugar... Pienso q-que esto es lo mejor para mi. Lamento no haberle servido de la mejor manera — su mano temblaba un poco y arrastró el sobre por el escritorio al alcance del hombre — Así que, e-es todo. Como no firme nada formal, prefiero que todo se haga de esta forma sencilla sin procesos largos o algo por el estilo.

El hombre asintió bajo la mirada del omega y luego le dio una pequeña sonrisa con sus labios apretados — Esta bien, JungKook, fue un placer que hayas aceptado trabajar en este lugar y seguramente a ChaeWon y a Lalisa también les encantó tener a un compañero como tú — dio un pequeño suspiro y puso el cigarrillo entre sus labios — Puedes retirarte, ten buena noche.

JungKook dio una última sonrisa de cortesía y salió de aquella oficina sintiendo paz nuevamente, se sentía tranquilo. Deshacerse de su empleo era algo importante que debía hacer y agradeció por no haber tenido mayor problema al hacerlo.

Se dirigió hacia el cuarto del personal donde ponían su ropa y lo demás aunque el lo único que se ponía era una gabardina que cubría todo su cuerpo para poder ir a casa ya que debía admitir que le daba pereza cambiarse y peor entre las chicas.

Aunque su rostro no tenía la mejor de las expresiones. Lo único que extrañaría de ese lugar sería pasar tiempo con Lalisa y con ChaeWon quienes estaban ya vestidas para salir en el cuarto pero como siempre, la rubia fue la primera en pensar que algo no estaba bien por el rostro de ligera tristeza de JungKook.

—Uh, Kookie ¿Todo en orden? — cuestionó ladeando su cabeza confundida ya que estaba al tanto de que sus problemas se habían terminado por la salida de aquella cruel omega de la universidad así que no se imaginaba lo que podía estar sucediendo.

En cambio Lalisa, que estuvo con él en aquellos momentos fuertes que había vivido en el local, tenía una idea de lo que sucedía — No es primera vez que lo veo mal estando aquí pero me hago una idea de lo que hiciste —la de cabellos naranja cruzo sus brazos sobre su pecho y dio una media sonrisa — Tú eras más que miserable continuando con tu trabajo aquí, se notaba en tu rostro cada vez que llegabas, tenias miedo siempre.

ChaeWon sintió una pequeña punzada en su pecho, bajando la mirada ante las palabras de Lalisa — Siempre me pregunté porque te veías así siempre y creo que en el fondo me quería negar que este lugar te hace sufrir ¿No? Porque me encanta tenerte aquí. Con nosotras.

Lalisa rodó los ojos ante tanto sentimentalismo — Agradezco que tengas encimas los supresores, que ambos los tengan porque me re volvería el estomago tener que oler a omegas sensibles.

JungKook no respondió ante sus palabras, sonrió un poco con lo último dicho por Lalisa y aprovechando que estaban una al lado de la otra, les dio un abrazo a ambas — Las extrañare aunque siempre podremos vernos fuera de aquí pero estar acompañado por ustedes cuatro días a la semana durante ocho horas era increíble.

Las omega no tardaron en corresponder aquel tierno abrazo grupal, apretandose entre los tres — Te extrañaremos, Kookie.

shy ➳ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora